Su nombre completo es Rodrigo Ramón Antonio Martínez y tiene 35 años. Posee un amplio recorrido delictivo, entre los que pesa un homicidio y tres abusos sexuales a dos niñas y un niño de entre 7 y 11 años. En 2016, después de permanecer sólo cinco años encerrado por el asesinato del remisero Víctor Esteban González, la jueza de Ejecución de Penas de Paraná, Cecilia Bértora, le concedió la libertad condicional a pesar del informe negativo que había realizado el Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Cuando Martínez regresó al antiguo barrio donde vivía en Gualeguaychú, la noticia corrió rápido y llegó a oídos de dos niñas que en el 2008 habían sido abusadas por este hombre, que en ese entonces tenía 28 años. Nadie tenía conocimiento de estos hechos. Las víctimas habían preferido callar porque tenían entre 7 y 11 años, pero con el regreso de Martínez a los lugares donde podían cruzarlo, decidieron contar todos los padecimientos que pasaron ellas y su hermano más pequeño.
La fiscal Martina Cedrés tomó el caso y durante un año realizó todas las actuaciones hasta que logró llevar a juicio a Martínez. El día del debate se iba a realizar el pasado 4 de septiembre, pero el sujeto no se presentó y cuando la Policía concurrió a su domicilio, ya no estaba.
Desde ese momento comenzaron a buscarlo y luego de tres días fue localizado. Lo hallaron escondido en un rancho en Urquiza al oeste y desde allí fue llevado directamente a la UP2, porque se le revocó la libertad condicional que gozaba. Finalmente, ayer fue llevado ante la Justicia. El hombre nacido en Ituzaingó enfrentó un juicio abreviado por los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante» y dos hechos de «abuso sexual con acceso carnal agravado» de tres menores.
Martínez acordó una pena de 14 años y 8 meses de prisión efectiva, que se unificó con la pena anterior que aún estaba vigente, y en definitiva deberá cumplir una pena de 16 años de prisión efectiva.