El mediocampista de Boca explicó su expulsión en el Superclásico. “Me pasó de bruto”, aseguró y apuntó contra el periodismo por las críticas.
El mediocampista de Boca Pablo Pérez, expulsado a los 11 minutos del Superclásico ante River, aseguró que no tuvo “mala intención” al golpear al defensor colombiano Eder Alvarez Balanta, sino que se pasó “de bruto”.
“No tuve mala intención, me pasó de bruto, quise sacar el balón. Tomé la mala decisión de sacar el balón cuando lo había perdido de vista, quise meter un puntinazo y quedó muy expuesta la patada, es lo que le explicaba a Balanta, no fue de mala leche“, remarcó Pérez en una entrevista con el canal ESPN, y apuntó contra una supuesta “mala intención” de algún sector del periodismo.
Según Pérez, “es más fácil expulsarme a mí que a otro jugador, tal vez con una amarilla pasaba pero me hago responsable de que fui expulsado en el clásico y mis compañeros tuvieron que redoblar el esfuerzo”.
“Hay periodistas que hablaron muy mal -prosiguió-, eso me molestó, creo que es porque soy yo. Pero ya está, cometí un error que fue grave, dejé a mi equipo con diez”. Pérez señaló que “en el fútbol de hoy es muy complicado jugar con uno menos y más con un equipo como River. Me disculpé, fue una situación fea para mí pero principalmente para mis compañeros que tuvieron que soportar el partido”.
“Fue un momento muy triste -continuó-, se te cae el mundo abajo pero más que nada la tristeza fue porque no tuve la intención de ir a pegar”.
Destacó el mediocampista que “el resultado me ayudó un poco. Si Boca hubiera perdido hubiese sido tremendo. El empate y el buen juego de mis compañeros aliviaron la situación”.
“El domingo la pasé muy mal en el transcurso del partido y en el pos partido pero ya pasó -sostuvo-, hay que apuntarle para adelante, hay cosas muy importantes en juego y quiero demostrar que puedo hacerlo mejor de lo que lo hice en el clásico”.
Reveló asimismo que habló con sus compañeros y el cuerpo técnico y “está aclarado con todos, esto no debe ocurrir por el bien del equipo”.
“Juego al límite, no porque me guste pegar sino para darle lo mejor a mis compañeros, al técnico y al equipo”, puntualizó. El tema es que juego con una lupita sobre mí, están todos esperando una tarjeta para criticarme y los árbitros me sacan tarjeta por eso”.
Enfatizó el volante que si no jugara al límite “no sería yo. Pero voy a disputar la pelota. Nunca me vieron pegar un codazo o un cabezazo o ir con las dos patas para adelante. Jamás le fui de mala leche a un colega”. “Me sacan amarillas por protestar, por cortar contragolpes -apuntó-. La expulsión más agresiva que tuve fue esta. Nunca lastimé a nadie. Hacer un mundo de esto es lo que no me gusta, hay cosas que molestan”.
Por último, sobre las versiones según las cuales Boca podía llegar a rescindirle el contrato, Pérez enfatizó que “esas cosas no se dicen, dejar sin trabajo a una persona. Estamos trabajando para mantener a una familia”.
Fuente: DyN