Santa Francisca Romana, viuda y religiosa. Pertenecía a la más alta nobleza romana del siglo XV. Durante 40 años dio en el matrimonio -en el que tuvo 3 hijos- un claro ejemplo de las virtudes de esposa y madre cristiana. Fundó en Roma la Casa de Ejercicios Piadosos, donde vivió entregada a la oración y al perfeccionamiento de su vida. La fama de sus virtudes se extendió por toda Italia y aun por los países vecinos y de todas partes recurrían a su intervención, especialmente como mediadora en las disputas y conflictos de toda clase. Murió el 9 de marzo de 1440.
Santo Domingo Savio, adolescente. Nació el 2 de abril de 1842 en Riva de Chieri, Turín, Italia, en el seno de una familia muy humilde. San Juan Bosco fue su maestro en el Oratorio, su confesor y su director espiritual. No pudo ser sacerdote como lo ansiaba, pero fue un adolescente santo. Era el niño de la paz, que procedió siempre como si estuviera en la presencia de Dios. Murió a la edad de 14 años el 9 de marzo de 1857. Fue beatificado por Pío XII el 5 de marzo de 1950 y canonizado por el mismo papa el 12 de junio de 1954.