El gobernador Sergio Urribarri brindó el informe a la Legislatura entrerriana, que fue el último de su segundo mandato. «Hemos crecido mucho, hoy somos otra provincia y podemos ser mucho más todavía» aseguró. Sin realizar anuncios ni adelantar proyectos para remitir a la Legislatura, luego de dos períodos consecutivos frente al Ejecutivo provincial el gobernador Sergio Urribarri dio anoche su último mensaje anual ante la Asamblea Legislativa y el primero que ofreció en el recinto de la Cámara de Diputados. De esta forma, tras un discurso de casi una hora dejó inaugurado el 136º período de sesiones ordinarias.
En su última alocución en ese ámbito institucional expuso lo que consideró los principales logros de su gestión y aseguró que «en estos ochos años se hizo más que en 50», recalcó el trabajo en sintonía con el gobierno nacional, agradeció a su equipo y el «cerrado acompañamiento de la Legislatura» a su gestión, que en estos últimos cuatro años tuvo la totalidad de senadores del Frente para la Victoria y la mayoría en Diputados; y destacó obras en educación, aunque no hizo referencia a los reclamos de docentes por un aumento salarial. «Voy a cumplir con el mandato constitucional y la ley pero aclaro públicamente que no seré ni política ni personalmente indiferente ni neutral a la hora de las grandes instancias que definan el futuro de la provincia», deslizó. Y añadió: «Siento que no he defraudado, que he cumplido con mi deber y responsabilidad, y que dejo mucho más de lo que recibí hace ocho años».
Nada electoral
Lejos de anunciar la reforma política nuevamente, como sucedió en años anteriores, no hubo novedades en materia electoral. También se había especulado en las últimas semanas que el mandatario diera certezas respecto a la fecha de sufragio, algo que es reclamado desde el arco opositor. Sí, en cambio, abundó en meros y detalles sobre obras y políticas llevadas adelante en estos ocho años, y trazó comparaciones con los índices nacionales y de las demás jurisdicciones que integran la Región Centro, para certificar así que Entre Ríos «es una provincia de vanguardia», y asegurar que «en estos ocho años se hizo más que en 50 o 100». También volvió a realzar las figuras del ex presidente Néstor Kirchner y de la jefa de Estado Cristina Fernández, y volvió a recordar, como en anteriores alocuciones, la decisión que tomó a mediados de 2008 de mantenerse leal al gobierno nacional, en pleno conflicto con el campo. «Nada en la vida me vino regalado ni me fue fácil, pero esa vivencia me dio la energía y el convencimiento que podíamos romper paradigmas y dejar atrás una provincia que miraba cómo crecían las demás y convertirnos en modelo de vanguardia, inclusión y modelo sustentable», aseguró Urribarri al iniciar su mensaje. Y añadió: «Era una consecuencia lógica del potencial y talento de los entrerrianos; nos intentaron hacer creer que éramos pequeños, y así durante años, como unos se encargaban de bajar la autoestima de nuestra gente y aprovecharse de ella quise ser el que cambie eso; y Entre Ríos me cambió a mí».
Hacer política
«No soy funcionario de escritorio y de aire acondicionado; he viajado mucho por la provincia, pero mucho más como gestor que como candidato, llevando soluciones y no a pedir el voto», apuntó luego. Y soltó. «Uno se preocupa por pelear, por hacer política o ver cómo generamos trabajo, atraemos inversiones, y atender reclamos históricos. Fui funcionario y aprendí que la pelea, arrogancia y falta de pensamiento colectivo no solucionaron ninguno de los problemas de los entrerrianos, al contrario, los agravaban». Tras detallar que en casi ocho años se invirtió en 2630 kilómetros, entre rutas nuevas y reparadas «y dándole a ciudades y pueblos significación e importancia que antes no tenían», el gobernador afirmó: «Lamentablemente hubo y habrá tentación en algunos políticos por querer dejar su nombre en alguna placa, o que su nombre esté con grandes letras en cada obra; eso es efímero, la gran obra que puenúden hacer los gobernantes es haber creado las condiciones para que, cuando se termine su mandato, dejen beneficios y oportunidades para los ciudadanos de hoy y de los hijos de sus hijos». Estaban presentes el vicegobernador y presidente del Senado, José Cáceres; el presidente de la Cámara Baja, José Ángel Allende (FpV-Nogoyá); los secretarios de ambas cámaras, Mauro Urribarri y Nicolás Pierini, respectivamente; la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Claudia Mizawak; el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari; intendentes de toda la provincia; legisladores nacionales y provinciales, los integrantes del Gabinete provincial, así como los vocales del STJ, entre otros dirigentes.
Acto militante
Luego de la ceremonia se desarrolló un acto en la explanada de Casa de Gobierno, colmada por militantes de toda la provincia. Ya finalizando su mensaje, y luego de agradecer a todos por el trabajo y el acompañamiento, el mandatario reivindicó la decisión de «subirse a un tren de la historia que en su paso por esta provincia la llenó de obras y realizaciones que generaron trabajo y felicidad para el pueblo, como nunca antes había ocurrido. Hemos crecido mucho, hoy somos otra provincia y podemos ser mucho más todavía, y para eso la dirigencia debe saber bien a dónde se pone la energía, si en el futuro o en el pasado» apuntó. Urribarri reivindicó a «las nuevas generaciones, por eso nuestros jóvenes diputados, ministros y secretarios» y concluyó diciendo que «los hechos y la historia hablarán», que no dejará de trabajar «hasta el último minuto, están las obras, los proyectos y la política de estado a largo plazo, que ellas hablen por mí».