A Rio y con vuelta

A Rio y con vuelta El equipo de Humbertito Grondona le gano 2-1 a Uruguay y saco pasaje a los juegos olimpicos 2016. Un cierre perfecto. A Rio y con vuelta

Sonaba “Cuando juega Uruguay”, de Jaime Roos. Sonaban, también, los silbidos: los músicos tocaban el himno argentino. Había clima, mucho clima. La Amsterdam y la Colombes como nombres impuestos en tribunas repletas. Los homenajes remiten a las ciudades donde Uruguay se consagró campeón olímpico de fútbol en 1924 y 1928. En ese segundo título, la vuelta fue en la cara de Argentina. El contexto histórico para un partido que definía si Argentina o Uruguay se clasificaban directamente para los juegos de Río de Janeiro 2016.

La Selección de Humberto Grondona caminaba por la cuerda con red de contención; si perdía iba a repechaje. Uruguay no tenía margen de error. Un empate lo dejaba afuera de todo.

El equipo local tardó siete minutos en ganar tranquilidad. Nada. Un regalo para cualquiera que intenta despejar la pesada sombra del cuerpo. Amaral sacó a pasear a Casasola y Pereiro empujó al gol, luego de una intervención floja de Batalla.
Gritaron en la Colombes y en la Amsterdam. Se encendió el Centenario pero ni así se achicó Argentina, a pesar de contar con jugadores que todavía no conviven con la presión de la Primera.
Cuando empató Driussi, Argentina ya mostraba aplomo para jugar.

Control. Alguna vez Diego Simeone, por entonces jugador, dijo que Argentina no tenía cracks, pero sí buenos jugadores. La frase le cabe a este equipo. Y también, al hijo del entrenador del Atlético de Madrid. Giovanni, goleador del torneo, erró lo imposible en el arranque del segundo tiempo. Era cuestión de poner bien el pie y que Argentina volviera a gritar.

Hubiese sido el golpe perfecto en el momento justo. Sin embargo, Argentina llegó al segundo vía Correa, con un puntazo. Después, Batalla hizo una atajada como para que lo compre el Real Madrid.

Argentina sostuvo el ritmo y aguantó sin sobresaltos a Uruguay, que a esa altura le pesaba la eliminación en su propia casa. Quedaron los ecos de la historia de los Juegos Olímpicos, la rivalidad, el presitigio y, anoche, un ganador: Argentina.