PorPablo Carrozza | Los vínculos entre dirigentes K y las barra bravas no se limitan en el piquetero. Una fuerza de choque que nace en las canchas.
“Esos tipos parados en la para avalanchas con las banderas que los cruzan son una maravilla… Y después conozco a algunos, a ver si veo a alguno de Boca que conozco… no, hoy no vino, pero hay uno de Boca que ocupó una importante posición en el Estado nacional, no lo voy a decir, que es impecable y en los actos políticos, sobre todo cuando era más joven, ahora ya no tanto, ahora es más serio, pero en la cancha colgado del para avalanchas y con la bandera, nunca mirando el partido.”
Desde aquella tarde de julio de 2012 en la que Cristina Fernández le rindió pleitesía a los barras bravas, según la nómina de la ONG Salvemos al Fútbol murieron 31 personas por la delincuencia en las canchas. “Sacaron la frase de contexto”, aseguran desde la Casa Rosada. Sin embargo, el contrato que le realizó Luis D’Elía a la hinchada de All Boys para un acto de La Cámpora, es tan sólo una muestra de las relaciones entre kirchneristas y delincuentes de las tribunas.
La Asociación Civil Nuevo Horizonte para el Mundo nació en 2006 de la mano de Elsa Fabiana Rubeo, hija de Luis, ex senador justicialista de Santa Fe, y hermana de Luis Daniel, presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe y ex concejal de Rosario por el Frente para la Victoria. Su objetivo fue transformar en “líderes positivos” a 160 barras de cuarenta clubes, entre los que se encontraban Pablo “Bebote” Alvarez, de Independiente, y Andrés “Pillín” Bracamonte, de Central, ambos con antecedentes penales. Rubeo debió interrumpir el programa por falta de fondos. “Nos quedamos sin los diez benefactores privados que teníamos por lo mal que mucha gente habló de nosotros. Entre sueldos y cargas sociales nos costaba unos diez mil pesos por partido.”
Hinchadas Unidas Argentinas se creó cuatro años después como otra organización, en este caso de 250 barras de diversos clubes, que viajaron al Mundial de Sudáfrica gracias a un militante kirchnerista de San Francisco Solano. Marcelo Mallo, su creador, y además líder de Compromiso K, agrupación de Rudy Ulloa, chofer de Néstor Kirchner, estuvo en la Casa Rosada durante el velatorio del ex presidente en un sector destinado a los funcionarios de primer nivel.
En septiembre de 2013, por orden del juez Norberto Oyarbide, fue detenido y procesado por formar parte de una banda que realizaba estafas con certificados impositivos falsos defraudando a importantes empresas. En Quilmes aún se lo recuerda por haber ingresado armado al Concejo Deliberante durante la gestión del ex intendente Sergio Villordo, quien supo tenerlo como funcionario municipal. Tras un nuevo fracaso por erradicar a los violentos de las canchas, HUA se disolvió días antes de comenzar el Mundial de Brasil en una conferencia de prensa en Puerto Madero.
En la actualidad la tribuna de Quilmes la disputa el grupo del Monte, de Ramiro “Dedo” Bustamante, con vínculos en la Municipalidad, y el sector de Los Alamos, de los hermanos Becerra, apoyado por el Partido Justicialista. Carlos de Godoy, vocero de la barra del club de Aníbal Fernández e hijo del “Negro” Thompson, ex líder de la tribuna, denunció hace un tiempo a Juan Manuel Abal Medina como el responsable de una interna feroz que terminó con un herido de bala. “Es una guerra de Abal Medina y Marcelo Mallo, que quieren voltear a Aníbal para quedarse con el club. Y para eso necesitan la tribuna con lo cual no van a parar hasta que haya un muerto. A nosotros nos banca la dirigencia porque sabe que no somos violentos ni mercenarios”, dice De Godoy.
Parte de la barra de Quilmes, precisamente, y de Defensa y Justicia, invadió el viernes el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada mientras Cristina Fernández hablaba por cadena nacional. Son punteros del Sur de la Uocra y del grupo Kolina, manejado por Alicia Kirchner.
Otro de los hombres fuertes de HUA era Daniel, el “Rengo” Aguilera, jefe de la barra de Godoy Cruz de Mendoza. “Cuando sea ministro, ustedes van a estar bien porque yo voy a tener todo el poder”, le confesó Omar Pérez Botti, ex legislador justicialista fallecido al líder de la hinchada del Tomba. “Cuando vos seas ministro vas a tener el poder porque nosotros te vamos a bancar”, le retrucó Aguilera, hombre de La Cámpora vinculado al ministro de Hacienda mendocino Marcelo Costa. Durante una interna justicialista en junio de 2013, Aguilera organizó desde la puerta de su casa el despacho de votantes en camionetas a las escuelas. Además repartió bolsones de comida con el fin de recaudar votos para Pablo Carricondo, candidato a concejal del FPV.
José Alperovich, gobernador de Tucumán, no sólo es hincha de Atlético sino que además está ligado a la barra del club. Tanto es así que cuando el equipo ascendió a Primera, La Inimitable colgó su bandera en el balcón de la gobernación donde fue recibida por los hijos del propio Alperovich. También, en 2011 los violentos mostraron un trapo en la popular auspiciando su candidatura para la re-reelección. Del otro lado de la vereda, en San Martín de la misma provincia, el jefe de la barra es Sergio Gustavo Flay Roldán, hombre del diputado nacional kirchnerista Gerónimo Vargas Aignasse: milita en la misma agrupación peronista y es referente en una zona de la capital tucumana.
Jorge Capitanich, jefe de Gabinete de la Nación, es presidente en uso de licencia de Sarmiento de Resistencia, institución que en septiembre de 2014 sufrió una interna fatal de la barra. Fue un enfrentamiento entre la barra oficial, bancada por la dirigencia, y la disidente, que tiene prohibido el ingreso al estadio, y provocó la muerte de Gonzalo Rodríguez, de 25 años. “Un asesino es un asesino, tenga la camiseta que tenga o pertenezca al partido que sea”, sostuvo Capitanich en referencia al hecho.
Milagro Sala es dirigente de la Organización Barrial Tupac Amaru, se desempeña como diputada provincial en la Legislatura jujeña y es una mujer cercana al gobierno nacional al punto de llevar cinco mil personas a diferentes manifestaciones oficialistas. Pero además controla una de las tres facciones de la barra de Gimnasia y Esgrima de Jujuy denominada La Banda de la Flaca, en su honor. La hinchada del Lobo, que oficia de custodia, maneja una flota de Fiat Idea de la ONG y participó de varios episodios de violencia en distintas tribunas del país.
Fernando Morales López, más conocido como “Loco Pocho”, era el jefe de la barra de Colegiales, a quien mataron en una interna política en octubre de 2013 y cuyo féretro fue paseado por las calles de Vicente López en medio de balazos y saqueos. Morales López era un militante K vinculado a la Asociación de Murgas y Comparsas de Vicente López y estaba al frente del grupo de choque de las pintadas kirchneristas del partido. Rodrigo González, presidente de la entidad de Munro y en ese entonces candidato a concejal del FPV en la lista que encabezaba Leonardo Rial, autorizó su velorio en la sede del club. El propio González, hasta hace unos meses apadrinado por el diputado provincial Guido Lorenzino, manifestó en el Concejo Deliberante días después del crimen: “Pocho era hincha de Colegiales, un referente del barrio. Hoy estamos acá porque asesinaron a un amigo.”
“No miran el partido. Arengan y arengan y arengan; la verdad, mi respeto para todos ellos.” ¿A quiénes se refería Cristina Fernández minutos antes de recibir el afectuoso saludo de Julio Grondona? A los barras, a los que ensucian el fútbol y, en la mayoría de los casos, a los que son utilizados por los propios gobernantes.
La barra de All Boys, antisemita y servicial. Haber contratado a la barra de All Boys para un acto de La Cámpora le terminó saliendo más caro que $ 25 mil a Luis D’Elía. Es que el piquetero fue denunciado por la ONG Fútbol en Paz en el marco de la Ley 24.192 que establece penas de uno a seis años al que instigare, promoviere o facilitare la formación de grupos destinados a cometer alguno de los delitos relacionados con espectáculos deportivos.
Quien está del otro lado del teléfono en las denuncias de Nisman es Jorge Alejandro “Yusuf” Khalil, secretario general de la Mezquita At Tahuid de Floresta y confeso hincha de All Boys. A propósito, el club que tuvo varias muestras de apoyo a Palestina hace un tiempo fue sancionado económicamente por entonar desde la tribuna cánticos antisemitas destinados a los hinchas de Atlanta identificados con la comunidad judía y por portar una bandera vinculada con el nazismo. Florencia Arietto, ex jefa de seguridad de Independiente, denunció que la barra de All Boys, liderada por Gastón Marone, quien logró fotografiarse con Nicolás Maduro, manejaba seis puntos de venta de droga en la Ciudad.
(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.