Lo empató Vera sobre la hora tras estar 1-3 con un jugador menos por la expulsión de Alvaro Pereira.Desde los 12 pasos fue más eficaz y se quedó con la Copa Amistad.
Parecía que se trataba de la noche de Gimnasia, porque era más profundo y ágil y le ganaba con claridad a Estudiantes, que inclusive sufrió la expulsión del uruguayo Alvaro Pereira, pero permitió la reacción de su archirrival y el León platense le igualó 3-3 sobre el epílogo del tiempo regular y luego lo batió 4-3 en el desempate desde el punto del penal.
En el Estadio José María Minella, en Mar del Plata, en tiempo de descuento el 3-3 lo aportó el uruguayo Diego Vera, de cabeza, anticipándose al arquero Yair Bonnin.
Y finalmente la Copa Ciudad de La Plata la levantó el experimentado capitán Leandro Desábato porque desde la corta distancia para los albirrojos acertaron Guido Carrillo, Sebastián Prediger, el uruguayo Martín Aguirregaray e Israel Damonte, mientras que Luciano Acosta disparó por encima del travesaño.
En cambio, para los Triperos acertaron en la instancia decisiva Maximiliano Meza, Nicolás Mazzola y el uruguayo Alvaro Fernández, pero falló Pablo Vegetti e Hilario Navarro atajó el envío de Lucas Litch.
En cuanto a lo ocurrido durante el período regular, en el primer segmento, Maxi Meza, a los 4 minutos, capitalizó una enorme distracción generalizada de la retaguardia Pincharrata y se anticipó a la salida de Navarro para poner a Gimnasia en ventaja.
La igualdad provisoria, sólo en el tanteador, no en el nivel del juego, la aportó Carlos Auzqui, a los 26, al rematar en forma descendente, tras un saque de costado que hizo Pereira y rechazó mal de cabeza Facundo Oreja.
A los 47 minutos, el 2-1 con que concluyó el primer capítulo, lo estampó Licht, al ejecutar un penal a la izquierda del arquero correntino. La infracción se la había cometido Jonathan Schunke a Pablo Barsottini.
En la segunda parte, los errores y las desatenciones generalizadas de Estudiantes le costaron un gol más, el que concretó, de nuevo, el inquieto y efectivo Meza, a los 20 minutos, al escaparse con absoluta comodidad de un equipo albirrojo desatento, inconexo y extremadamente lento.
De todos modos, a Estudiantes le cayó como un regalo divino el tanto de Luciano Acosta, a los 23, favorecido por un Oreja que quedó demasiado abierto y cuando quiso cerrar ya era demasiado tarde.
Una complicación adicional para el León ocurrió a los 25, cuando, insólitamente, se hizo expulsar el debutante Pereira por un exceso verbal que tuvo a un juez de línea como destinatario.
Pero la proximidad en el tanteador, los cambios aplicados por el entrenador Mauricio Pellegrino y el repliegue de Gimnasia prolongó el suspenso, hasta que Vera consumó, de cabeza, el 3-3 injusto cuando se acababa el plazo.
Desde los 12 pasos Estudiantes tuvo más optimismo y eficacia y así festejó al cabo de un clásico en el que había dejado una imagen desdibujada.
En definitiva, para Gimnasia fue una enorme decepción, mientras que Estudiantes deberá mejorar pronto, porque el jueves próximo debutará en la primera fase de la Copa Libertadores de América como visitante de los ecuatorianos de Independiente del Valle.
Fuente: DyN