Ivo Cutzarida no para de trabajar, aunque haya bajado los niveles de exposición mediática luego de un año en el que su cara estuvo en la pantalla como nunca antes.
El actor se asentó en diciembre en Merlo, San Luis, donde se hizo cargo del Teatro Paravatti, y dirige la obra Terapia de Fernando Pereyra. Además, actúa en El sótano, y todas las semanas viaja a Santa Rosa de Calamuchita, en Córdoba, para presentarse junto a Andrea Rincón en Quédate conmigo.
“Siempre fui un tipo honesto y jamás le vendí gato por liebre a nadie. Digo y hago lo que siento. No obstante, algunos salieron a tergiversar mi mensaje y a embrollarlo. Y yo al ‘corta la bocha’ no le cambio ni una coma. Y no me arrepiento. No sólo he transmitido un pedido de justicia, que es lo más importante, sino que siempre hablé del que sale a matar, no del que sale a robar”, señaló Cutzarida en diálogo con Pronto.
Por supuesto, el intérprete no pudo evitar hablar de la actualidad más urgente, y se refirió a la muerte del fiscal Alberto Nisman.
“Está en el marco de todo lo que vengo diciendo. Lo de Nisman nos hace sentir una vez más que tenemos una Justicia que no funciona. Nos muestra que no tenemos una sociendad donde se pueda disentir y donde alguien pueda transitar su camino sin transar”, definió.
“El pueblo argentino ya tiene los huevos al plato. Perdón, me incluyo: tenemos los huevos al plato. Sabemos que la Justicia tiene que buscar el equilibrio de poderes y no los hay. La Justicia tiene que ser completamente independiente y tener una venda. Lamentablemente, lo que la filosofía garantista y el poder político hicieron fue sacarle la venda. Y la función es otra: aplicar el Código Penal. Entonces, cuando le quitás la venda lo que hacés es poner un plumero en vez de una espada. No concuerdo en absoluto: la Justicia, para mí, tiene que tener una venda y una espada. Y caiga quien caiga”, observó.
“La muerte de Nisman me dejó mal, me pegó muchísimo, me impactó y conmocionó como a todo el mundo. Entiendo lo que debe haber pasado ese fiscal y me imagino la presión que debe haber tenido, porque trabajé adentro de Tribunales, y conozco bastante el paño”, reveló, y contó que el fiscal José María Campagnoli es su amigo y “me llevó a trabajar en Tribunales antes de empezar mi carrera de actor”.
“Trabajé más de un año de meritorio para que me nombren. Estudiaba Derecho y quería ser juez en lo criminal. Después me puse a estudiar teatro porque era demasiado soñador y me ganó la actuación. Siempre fui un Quijote. Y lo voy a seguir siendo“, concluyó Cutzarida.