«Espero y deseo, que los entrerrianos podamos encontrar en el Servicio de Justicia, el ámbito reparador ante una ciudadanía ávida de conductas éticas y de una práctica con valores y un horizonte de destino».
Por Rubén Pagliotto (*)
El martes a la noche, mientras se llevaba adelante la sesión en la Cámara de Diputados de la Provincia para tratar la ley de endeudamiento por 430 millones dólares con China para la construcción de acueductos, me di cuenta- no sin un dejo de tristeza infinita y ganado por un profundo cansancio moral- que acababa de consumirme el último boleto de ingenuidad y confianza en la buena conciencia de la gente que me quedaba.- Entre gritos y reproches cruzados entre militantes amateurs de variopintas organizaciones sociales y la impostada sordera de un bloque oficialista ganado por la sumisión absoluta a los apetitos ilimitados de un diletante gobernador, se votó la más ignominiosa y desopilante ley de la que se tenga memoria en la historia provincial.-
Se pretendió, utilizando a un deslucido y aterrado funcionario provincial de tercera línea, esgrimir los argumentos técnicos que se le reclamaban- desde distintos sectores de la producción y el ambientalismo- desde hacía mucho tiempo, al mismísimo gobernador y a los integrantes de su gabinete.- Desde ya que ese intento destemplado e inoportuno de arropar argumentalmente al proyecto de ley, no sirvió absolutamente para nada. Salvo, para poner al descubierto –una vez más- la sinrazón y lo descabellado del acuerdo que se firmará con la República Popular China, el nuevo amor de la Sra. Presidente y, por ende, del obediente mandatario provincial, con ínfulas – propias de su inconsciencia-de sucederla en el sillón de Rivadavia.-
Desde el bloque oficialista, ninguno, absolutamente ninguno de sus disciplinados y sumisos legisladores, encontró un argumento serio, real y contundente que le dieran carnadura de legitimidad y conveniencia al convenio con el país de los Mandarines, a pesar de que con la grandilocuencia propia de un relato balbuceado por un sujeto de paupérrimo coturno intelectual (y también moral), el titular del Ejecutivo Provincial lo motejó-sin sonrojarse- de “hito histórico”.- Por favor (¡!!), cómo se degradan las palabras y arrugan los adjetivos, como decía con la enjundia y el brillo que lo caracterizaba el gran Alejo Carpentier..
Más allá, nobleza obliga, que el clima reinante en el recinto no era el más apropiado (la paciencia, incluso la prudencia, tienen límites), nadie logró escuchar a nadie. Claro que los diputados del oficialista bloque del FPV, ni siquiera tuvieron capacidad para escuchar a su propia consciencia, maguer instantes antes, a la hora de los homenajes al Fiscal Nisman, se llenaban la boca reivindicando – a modo de cliché, pero sin pasión sincera- a los 30.000 compañeros desaparecidos.- Cuánta blasfemia e impostura berreta y oportunista, blandida “urbi et orbi”, en un desesperado intento por santificar lo que será- sin dudas- un indeleble pecado de lesa traición consumado por todos aquellos que, pese a las serias, claras y contundentes advertencias de legisladores de la oposición y líderes de organizaciones sociales entendidas bastamente en el tema, no dudaron siquiera en levantar la mano para convertir en ley, al vergonzoso saqueo que implica el acuerdo en cuestión.-
Parece que el Bloque Oficialista en Diputados (FPV) no entendió (ni quiere hacerlo) lo que significa un impúdico acto de saqueo al patrimonio entrerriano como el que se concretó en la sesión del martes 20, para la conciencia de la gente en estos años de descreimiento y escepticismo, donde prácticamente todos los valores, pero sobre todo los políticos, están en baja. Me llevé la sensación certera de que cada uno de los que dijeron sí a la ley en tratamiento, se suicidaron políticamente y lo más grave que, de concretarse el acuerdo en cuestión, dejarán alevemente comprometidas por décadas las alicaídas finanzas provinciales, legándole a quien suceda al soñador Urribarri, una pesada carga y un obstáculo a futuro para los sectores productivos, con todas las características de una auténtica pesadilla.-
La verdad sea dicha sin ambages, por momentos creí en la dignidad y la ética republicana de algunos de los diputados oficialistas presentes. Sólo en la de algunos, muy pocos. Sobre el resto, incluso de la mayoría de los que faltaron a la sesión, ninguna esperanza abrigaba, puesto que hace muchos años comprobé a través de conductas incontrastables desnudadas por su actuación, que carecen en absoluto de vocación política y que ocupar un cargo público, lejos de implicar para ellos un verdadero acto de servicio y profesión de fe republicanas, es, no más, que un espacio de negocios en cuyo altar se cuecen y consagran los más subalternos e inconfesables intereses.
La actividad política en general se ha visto degradada a niveles de corrupción insospechados, pero lo que hemos visto, antes con el Menemismo y ahora con el Kirchnerismo, exorbita todo límite imaginable, y todos aquellos ex menemistas, devenidos hoy en abnegados referentes K, son la cara visible de la política devenida en un infecto contagioso chiquero, desbordado peor que por excrementos animales, por defecciones y traiciones aún más nauseabundas y contaminantes del medio ambiente social.-
Reconozco que siendo humano y teniendo-afortunadamente- capacidad de indignación, en ciertas y determinadas oportunidades uno se desborda y hasta pierde la línea.- Pero, claro, hay que entender también que, hay especiales y excepcionales circunstancias, como la de ayer en la Legislatura, que frente a un alevoso e inexcusable ataque a los valores republicanos y al patrimonio de todos los entrerrianos, quienes somos ciudadanos de a pie y con conciencia cívica, tenemos el derecho y la obligación ineludible de defendernos para impedir que se lleven adelante acciones y tropelías que están más emparentadas con el saqueo y con mezquinos y ocultos intereses personales que con la ley y sectores productivos de la provincia.-
Quede muy claro, a todo evento y, acaso como respuesta preventiva y adelantada ante alguna crítica descontextualizada y malintencionada de algún pelafustán de la politiquería vernácula, que en modo alguno el suscripto ni ninguna de las miles de personas que están representadas por las más de 50 organizaciones sociales y políticas que suscribieron el documento, estamos en desacuerdo con llevar bienestar, progreso y desarrollo a región alguna de la Provincia. Al contrario, hemos sido ácidamente críticos de esta y otras gestiones, cuando se han retaceado recursos o han faltado proyectos para tal cometido.-
Nuestra cerril oposición es a las formas y modos con que se ha llevado adelante esta alocada y desmañada aventura, que sin el sustento científico ni los ineludibles pasos que informa la legislación vigente, se ha convertido en ley de la provincia.- Tan críticos como lo fuimos con el frustrado latrocinio que se pretendió llevar adelante con Arroz S.A. o frente al mamarracho internacional de la “Cosechadora” enviada a Angola, o las pésimas inversiones hechas en COTAPA o en el Frigorífico San José, cuyas advertencias técnicas se hicieron sentir en múltiples ocasiones, pero como de costumbres tanto el Gobernador, como los Minis
tros de las áreas respectivas, hicieron oídos sordos y acomodaron los paquetes legislativos a satisfacción vaya uno a saber de qué extraños intereses.-
Como dijo mi amigo Alfredo Bel días pasados, nada que sea bueno puede ser secreto. Y esta ley ha ocultado todo y no ha mostrado nada más que una inverosímil y rústica explicación, maquillada de “hito histórico” en favor de sectores de la producción.- Bajo el falaz y bochornoso pretexto de confidencialidad y el más obscuro y antirrepublicano de los secretismos, dieciocho irresponsables e irreflexivos diputados, parieron la ley más nefasta y deleznable que haya existido. Llevarán para siempre vaya si se los previno- el estigma de haber sido parte de una farsa contraria a los intereses populares- y condenarán a sus hijos, nietos y postrer generación, a ser los herederos forzosos –sin beneficio de inventario- de una vergüenza que su descendencia no generó.- Uno de esos legisladores sobre quien guardo cariño, aunque ya no más respeto, lo digo con profundo dolor y sinceramente lascerado hasta los huesos por su inconsecuencia ideológica y ética, habrá mancillado un apellido ilustre de un Gobernador que fue un patriota con mayúsculas, un mandatario ejemplar y probo, que trajo a la provincia años de progreso, pues su gestión se centró en tres pilares fundamentales: colonización, comunicación vial e industrialización; y ese sí que marcó un hito de verdad cuando sentó las bases para la construcción del Túnel Subfluvial Hernandarias, uno de las obras más importante del mundo.- De otras diputadas, de verdad y dicho con absoluto respeto, pero también con dolorosa decepción, esperé que rindieran un homenaje a sus muertos, a los que conocí directamente o por mentas, pero que en cualquier caso me autorizan a tener de ellos un gran respeto y admiración.-
Porque como dijo Ricardo Rojas, a los pocos minutos de la muerte de Hipólito Irigoyen, “no se trata de honores, sino de honor… Y eso era lo que de verdad esperaba de algunos de ellos. Pero debo reconocer, sin vueltas, que me equivoqué y me decepcionaron fortísimamente.-
Ahora, precluida muy seguramente la etapa en que debió enmendar este entuerto la política y habiendo fracasado nuestra capacidad de persuasión, llega la hora de que actué la Justicia.- Espero y deseo, que los entrerrianos podamos encontrar en el Servicio de Justicia, el ámbito reparador ante una ciudadanía ávida de conductas éticas y de una práctica con valores y un horizonte de destino.- Ojalá tengan la sabiduría y las agallas para estar a la altura de las circunstancias, rindiendo con ello el más sincero tributo al juramento que alguna vez hicieron de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley y, agrego por mi cuenta, demostrando verdadera independencia de los demás poderes del Estado.-
Ayer, mientras no paraban de circular por la prensa mundial noticias alrededor de la sugestiva muerte del Fiscal Nisman, la Sección Paraná del Colegio de Abogados, calificaba su muerte, como un disparo certero al corazón de la república. Tras cartón, por la noche, en la Legislatura Provincial, otro disparo del arma de la sinrazón y los oscuros intereses, reprodujeron la misma escena, sin muertes, pero al corazón, otra vez, del Estado Constitucional de Derecho, pilar de la democracia y estatuto de paz y sana convivencia.-
(*) Abogado y docente universitario. Presidente de la Sección Paraná del Colegio de Abogados de E. Ríos.-