EL ENVION DEL TRIUNFO EN EL DEBUT FUE EFIMERO: AYER LA SELECCION NO PUDO REMONTAR UN GOL QUE LLEGO AL COMIENZO, A PESAR DE HABER ATACADO TODO EL PARTIDO.
El gol llegó temprano y como consecuencia de una de las fórmulas más viejas del fútbol: dos cabezazos en el área. Seis minutos, apenas. Tiro libre, centro pasado, Juan Escobar la puso en el borde del área chica e Iván Cañete la coloca en el rincón, allá abajo, contra el palo. El esfuerzo del arquero José Devecchi fue estéril. Paraguay, entonces, se puso uno a cero. Y a cuidar la diferencia. Se retrasó, aún con más de ochenta minutos por delante y un solo gol de ventaja. Esperó con diez jugadores en su campo y Antonio Sanabria arriba, solo, a la espera de otro milagro.
Humberto Grondona apeló al manual bielsista: en desventaja, hizo un cambio táctico a los 16 minutos del primer tiempo. Entró Rodrigo Contreras, salió Lucio Campagnucci. Delantero por volante. Pero no fue suficiente. A la selección argentina le costó romper el cerrojo. Algunos chispazos de Cristian Espinosa y unos intentos tibios de Tomás Martínez no llegaron a inquietar al arquero Tomás Echagüe. Muchos centros, demasiados, abuso desmedido de centros. Después del 5-2 ante Ecuador en el debut en este Sudamericano, ayer el Sub 20 mostró otra cara.
El segundo tiempo fue un calco del primero. Paraguay en su campo, Argentina también. A la carga, pero de manera desprolija. Grondona hizo los dos cambios que le quedaban: Sebastián Driussi por Facundo Cardozo y Maximiliano Rolón por Joaquín Ibáñez. Pero más jugadores ofensivos no es garantía de mejor juego. Sin ideas claras, el combinado juvenil se conformó con un par de situaciones que ni siquiera fueron de tanto riesgo. Un cabezazo de Contreras apenas rozó un palo, y una patriada individual de Angel Correa entre tres defensores paraguayos terminó en las manos del arquero.
En medio de la impotencia general, Driussi fue el más osado. Desde que entró intentó marcar el rumbo. Y se animó con dos tiros al arco que no prosperaron. Con el 1-0 abajo, el Sub 20 de Grondona cerró una segunda fecha que mostró una faceta muy distinta a la del debut. Mañana, contra Perú, se verá cuál se impone.