Por primera vez desde 1999, no hay ningún candidato de color en las categorías principales. Las películas con más chances no surgieron de los grandes estudios.
Detrás de la alegría argentina por la nominación como candidata a Mejor Película Extranjera de Relatos salvajes y la de Nicolás Giacobone y Armando Bo al Mejor Guión por Birdman (nominación que comparten con Alejandro González Iñárritu y Alexander Dinelaris), por lejos, los Oscar que se entregarán el próximo 22 de febrero en Los Angeles serán los más polémicos desde 1999 (la anterior edición en la que no hubo actores ni directores de color en las categorías principales). Pero ¿será también la ceremonia con menos audiencia en mucho tiempo, algo debido no tanto al host Neil Patrick Harris sino a la ausencia de filmes “XL” en el año en que el indie clase A –y no tanto– dominó a la Academia y sus categorías? La idea de que Wes Anderson y Alejandro González Iñárritu tengan las películas más nominadas de la ceremonia (nueve para El Gran Hotel Budapest y Birdman, incluyendo Mejor Director y Mejor Película) hace años hubiera sonado muy improbable. Y si sumamos el hecho de que las otras películas con más nominaciones (El código enigma con ocho, Boyhood y El francotirador con seis, The Theory of Everything, Foxcatcher y la supraindie Whiplash con cinco), no hay dudas de que es un año en el que ganaron las películas “pequeñas”, generadas por productoras independientes y obsesionadas con las biopics.
Entre las sorpresas menos políticas y más divertidas, la categoría de Mejor Actriz ocupó un lugar especial: ya que los nombres son dichos alfabéticamente, la mención de Marion Cotillard por el film Two Days, One Night, de los hermanos Dardenne (mimados de Cannes), desterró la que podía ser la noche de Jennifer “Rachel” Aniston. La francesa le “robó” el premio que, después de las nominaciones al SAG y a los Golden Globes, la ex de Pitt tenía casi asegurado. En la misma categoría, Rosamund Pike se llevó la única mención que tuvo la olvidada Perdida de David Fincher.
La queja geek y hasta ridícula vino por La gran aventura Lego, que sólo fue nominada a Mejor Canción Original, cuando se había generado un #Rumor de que hasta podía ir a la lista de Mejor Película.
Otro olvidado fue Clint Eastwood, que por El francotirador ganó seis nominaciones pero ninguna a Mejor Director, donde los que sorprendieron fueron Bennet Miller (por Foxcatcher) y, principalmente, Morten Tyldum, director de la biopic sobre Alan Turing, El Código Enigma (nominación que fue muy vapuleada online). Meryl Streep, en su nominación número 18 –por el musical En el bosque–, no es un personaje importante en los Oscar 2015, y su nominación es un gesto (Jessica Chastain parecía que iba a ser nominada por A Most Violent Year). Otra sorpresa fueron las nominaciones de Laura Dern como madre en Alma salvaje (con la nominación a Mejor Actriz de Reese Witherspoon) y a Bradley Cooper por El francotirador (su tercera nominación consecutiva), que descartó a los candidatos Jake Gyllenhaal (por Primicia mortal) y David Oyelowo (por su Martin Luther King Jr. en Selma).