Los organizadores del Carnaval de Gualeguaychú no ocultaron su bronca en la mañana del último sábado, cuando se enteraron que esa madrugada, un grupo de militantes del oficialismo llegaron al predio del Corsódromo y colocaron unos 30 carteles de «Urribarri 2015», que quedaron del lado de afuera del complejo.
El punto en cuestión es que no había ninguna autorización ni contratación, tal como debería suceder, al ser un espectáculo organizado históricamente por los clubes, aunque ahora también tiene una pequeña porción del negocio la comuna de Gualeguaychú. Más allá del enojo, nadie se animó a retirar la cartelería urribarrista.
Los hechos sucedieron a la 1.30 de la madrugada del sábado, cuando se entiende máxime en la jornada inaugural de la nueva edición del Carnaval del país- que existe la mínima seguridad y algunos trabajadores que estaban tratando de finiquitar los detalles previos al inicio. Un grupo de militantes del intendente Juan José Bahillo y del senador nacional Pedro Guillermo Guastavino (PJ-Entre Ríos) llegaron al predio y colocaron sin ninguna autorización alrededor de 30 carteles de «Urribarri 2015», con la imagen del gobernador.