Descartes el día del partido, poco diálogo con los jugadores, obsesión por el periodismo y su “mano dura”, son algunas de las cosas que no toleran Messi y compañía.
La crisis en Barcelona es la comidilla por estos días de los diarios españoles. En su edición de hoy, Mundo Deportivo analizó las cosas que al plantel que lideran Messi, Xavi, Iniesta y Busquets no le gustan.
Los descartes a la mañana. Luis Enrique tiene la costumbre de anunciar a los convocados el mismo día del partido. Los que quedan afuera, con el bolso armado, no suelen irse con buena cara.
Poco diálogo. El entrenador mantiene la distancia con sus jugadores. Ellos se quejan de que no existe la relación entre jugadores y técnico.
Secretos tácticos. Los jugadores suelen enterarse una hora y media antes del partido. Algunos, incluso, no entiende porque no se habla antes para poder preparar mejor el encuentro.
Lo obsesiona el periodismo. Cuida cada detalle al máximo y busca que no se filtre nada de lo que pasa en los entrenamientos, en las concentraciones y en los viajes del equipo.
Mucha rotación. Luis Enrique no ha repetido el equipo en los 25 partidos oficiales que ven de la temporada.
No le tiembla el pulso. El entrenador no se anda con vueltas si tiene que sentar en el banco a Messi, Xavi o Piqué. Estas situaciones han generado tensión en el vestuario.
Desconfianza en el psicólogo. El DT lo considera una parte fundamental de su cuerpo técnico, pero hay varios jugadores que desconfían de las figura de este profesional e incluso lo ven más al servicio del entrenador que del equipo.
Menos tiempo para patrocinios. Con Luis Enrique se ha acortado el tiempo para anuncios y sponsors, lo que conlleva conflictos a la plantilla.