Pumas, tan ricos y tan pobres

autorPumas, tan ricos y tan pobresPor Edgardo Martolio | El balance y la vacía alcancía deportiva. A los rugbiers: no festejen perder ni tampoco ganarle a nadie como sucedió en el año. Pumas, tan ricos y tan pobres

Un par de semanas largas sin escribir nada de Los Pumas y sus hinchas y mis lectores, de estulta estirpe y porque coincidentemente ganaron dos test matches menganos, de fin de año, que en su caso podría decirse de fin de curso, pidieron irónicamente que no los olvide, como diciendo –con inteligencia Neandertal– “ahora que ganamos vos te callás…”.

¿Escribir de qué, si la alcancía deportiva sigue vacía? ¿No advirtieron que el fatuo depósito de 2014 fue de monedas devaluadas? ¿Victorias? Las alharacas de siempre. Son conquistas con cara de Casa Rosada. De la boca para afuera. Sí, los ‘espumas` parecen políticos. Radicales por su inoperancia, comunistas por irreales, peronistas por barullentos y de oposición por lo repetitivo… Este año consignaron bonos que ni los fondos buitres reclamarían.

Caros discrepantes, porque amigos no somos y para enemigos necesitaríamos de una causa más noble y loable que nos enfrente: no hablé de las dos victorias en la reciente gira europea como tampoco hablé, la semana inicial de esa tournée, cuando Escocia les dio una surra de las de antes, como siempre, aunque ‘ese silencio’ en la hora mala ustedes tampoco lo hayan notado. No hice leña.

No me expresé sobre la gira porque ya había escrito que de amistosos no me parece correcto ocuparnos: no son más que mero onanismo periodístico. Necesarios para técnicos y jugadores, prescindibles para los demás mortales. Y, finalmente, no me extendí con ‘este’ tema porque ya hice el pronóstico de ‘Los Pumas’ para el próximo Mundial, Inglaterra 2015, donde la tienen más fácil de lo que la tuvo el seleccionado de fútbol de Sabella en Brasil 2014. Así justificado, mi silencio no significa olvido… Pero, si quieren que hable…

Balance negativo del año que se fue, aunque se haya vencido a una pálida Australia en el último partido del Championship, única victoria –ante y entre profesionales– por algo en juego (aunque ya no había nada para disputar en ese momento: los ‘Wallabies’ un par de horas antes quedaron condenados a ser penúltimos y ‘Los Pumas’ últimos: ganando o perdiendo ese resultado no le cambiaba nada a nadie. Ni para bien ni para mal).

Deficiente año, si, aun cuando también se haya ganado amistosamente a Francia en la última gateada de la estrecha gira europea que `cerró las actividades`; pero no ocultemos que –como nosotros– Francia también vivió otro año deplorable: desde el 2010 el quince gabacho viene en picada, registra derrotas contundentes como el 27 a 6 que le propinó Gales en febrero, mes en el que insólitamente cayó hasta con Italia, auténtico bufón del buen rugby europeo.

Francia, nuestro ‘honorable’ vencido, perdió 15 de los 22 partidos que jugó esta temporada. Un horror. ¿Se dijo eso en ‘argentolandia’? ‘Les Bleus’ empataron un único test-match; por tanto sólo ganaron seis (6) veces en todo el año. Nueva Zelanda los revolcó 30 a 0. Australia les hizo 50. Un desastre mayúsculo: 27% de eficiencia. De hecho, en el Torneo Seis Naciones de este año ‘El XV del Gallo’ terminó debajo de Irlanda, de Inglaterra y de Gales…

Rebobinando: aunque las superadas hayan sido camisetas importantes, no le ganamos a nadie por más que lo disimulen las trompetas de la fanfarria mediática y el oval pensamiento ‘espuma’. Bien dice un refrán español: “Aunque mucho suena, sólo echa aire la trompeta”. Pero, y además, si los franceses fueron mal, nuestros ‘Pumas’ fueron peores: jugaron 12 partidos ‘profesionales’ en 2014, perdieron nueve (9). Humillante 25% de eficiencia. Otra vez sopa.

Fuera las dos victorias comentadas –Australia sin motivación y Francia en decadencia–, la tercera conquista fue, rugbísticamente hablando, sobre el bobo de la corte de Europa, Italia, eterna ‘Wooden spoon’ (‘cuchara de madera’): premio consuelo que se le otorga al último de la tabla del Seis Naciones, obviamente Italia también lo fue en 2014… sin obtener un único punto. No es un dato menor. Tan débil es el rugby italiano que necesita nacionalizar extranjeros, inclusive argentinos, para formar un equipo… perdedor. Pizza y macarrones sí, pero rugby no es con los ‘Tanos’.

El récord entre profesionales de ‘Los Pumas’ en 2014 fue de 227 tantos a favor y 350 en contra, un abismo de distancia. Resultado medio por partido (derrota) de 29 a 19. Como casi siempre; ninguna mejora salvo la de los contratos profesionales de los jugadores argentinos emigrados cuyas cifras ya son iguales a las de los de australianos, ingleses, irlandeses, etc. etc. No porque sean tan buenos, aunque algunos sí lo son, pero ocurre que faltan rugbiers en el planeta. No hay cantidad suficiente de países que lo practiquen seriamente y eso, aunque nuestros ‘Pumas’ pierdan como equipo, les mejora los ingresos individualmente.

Esto que mucho subrayo, de que ‘Los Pumas’ son profesionales, de sus buenos salarios fuera del país, también ya lo relaté en alguna otra columna (aunque algunos de los más jóvenes todavía sean ‘amateurs’ color marrón). De ahí la exigencia. Ya no se los puede perdonar por todo como cuando jugaban por la cerveza del tercer tiempo. Como le dijo el back Corleto a El Gráfico hace unos meses: “El rugby en Argentina está futbolizado”. Traduzco: ‘La gente se está avivando, silba, reclama, insulta porque sabe que pocos juegan por deporte, los buenos quieren irse al exterior’. Los que todavía no se avivaron son los que me insultan a mí por desnudar a un deporte que se quedó sin la ropa que supo vestir…

Esa alcancía no deportiva, la económico-profesional, en realidad cuenta bancaria, es cada vez más millonaria. Donde juegan nuestros muchachos se paga bien: el salario de un player de destaque, según The Telegraph, en Inglaterra es de US$199.654 dólares al año (un millón setecientos mil pesos al cambio oficial) y en Francia, los buenos de la Ligue Nationale, ganan US$368.592 (más de tres millones de pesos según el convertidor de AFIP).

Atención: cuando defienden a la divisa nacional nuestros ‘Pumas’ no tienen sueldo, sólo cobran viáticos (que nadie devolvió nunca y una década atrás ya recibían 200 dólares diarios per cápita). También tienen premios asignados aunque…. para eso hay que ganar. Los juveniles tampoco ponen plata de su bolsillo. Que nadie crea que el dinero de los sponsors –más de 140 millones de pesos en 2014– va a Caritas argentina… Esta, queda claro, es la alcancía cada año más millonaria de ‘Los Pumas’, en realidad de la UAR, Unión Argentina de Rugby.

Rica la alcancía financiera pero pobre la deportiva. Sí, el progreso comparativo es mínimo respecto a 2014; si lo hubo es porque en 2013 la performance fue todavía peor que la de este año: también 12 partidos profesionales jugados (si incluimos como tal a una de las víctima
s, Georgia, que es semi-semi-amateur) y sólo dos triunfos: la otra víctima, claro, Italia; ergo: con los rivales buenos fueron todas derrotas. La mínima evolución que hubo esta temporada llegó en el segundo semestre con el cambio de entrenador.

Aclaración para que no ‘salten los que saltan siempre’. Si al registro ‘Puma’ 2014 le sumamos los dos triunfos contra los aficionados del vecindario ‘sudaca’, son 14 los jugados y cinco los ganados. Pero estas dos victorias –sincera y objetivamente– valen menos que un Austral alfonsinista en esta seca alcancía deportiva: se obtuvieron contra Chile y Uruguay en el Sudamericano (en realidad en el triangular final, CONSUR CUP, un torneo tan irreal como ‘figurado’, esa es la palabra, donde Argentina no debiese participar más).

¿Por qué? Porque los jugadores de Argentina son profesionales, como fue dicho y aunque en estos partidos no ponga en cancha a todo su potencial, mientras todos los demás países que intervienen son 100% amateurs o, peor que eso, casi ni practican rugby organizadamente como es el caso de Brasil.

Ríase: La Confederación Brasileña de Rugby (CBRu) en agosto último publicó un aviso, en diversos ‘sites’ del mundo, intentando descubrir anónimos jugadores para formar el Seven que lo representará en los Juegos Olímpicos que organizará en 2016. “Tal vez encontremos algún emigrante desconocido que lo practique en países con tradición, como Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra… Necesitamos reclutar a quienes lo jueguen en el exterior si queremos mejorar nuestro nivel” declaró Sami Arap Sobrinho, titular de la entidad que pese a los 200 millones de habitantes del país, sólo reúne a 10 mil practicantes de bajo nivel (aunque ridículamente en el ranking internacional IRB, Brasil ocupa una aceptable 35ª posición…).

Lo máximo que consiguieron los equipos masculinos de Brasil fue un segundo lugar cuando organizaron el Sudamericano de 1964 en San Pablo. Y dos terceros lugares en Seven, también en Sudamericanos. Nunca participaron de un Mundial. Sí, el Sudamericano de Rugby es tan absurdo que se jugaron 35 ediciones y Argentina ganó las 34 en que participó. En 1981 no jugó y se coronó Uruguay que fue local, país que en las últimas 22 ediciones fue segundo 21 vez. Chile siempre es tercero: 25 veces. ¿Existe algo más desigual, ‘obvio e ilógico’ que este disparatado torneo? ¿Podemos enorgullecernos de estos títulos o contabilizar estas victorias? ¡No!

Cerremos, entonces, el balance de los ‘Pumas’ en 2014 con tres cosas positivas: 1) en el actual plantel hay varios jóvenes con potencial que a lo mejor, un día, quien dice, nos dan una alegría de verdad de la mano del tucumano Daniel Hourcade. 2) la actuación personal del también tucumano Nicolás Sánchez, quien siguiendo la saga de Porta, Pichot, Hernández, es decir de las excepciones que confirman la regla, fue reconocido en el mundo entero como el crack que es, y él puede contagiar a todos. Y 3) en las últimas convocatorias cada vez hay más jugadores del interior con buen nivel. Menos capital y más interior. Eso es bueno, como siempre y en todo.

Pero, para ‘agrandarse’ e ironizar, mis caros discrepantes, hay que llenar la alcancía deportiva con algo más que esperanzas y alharacas: 25% de eficiencia es nada. No festejen perder ni tampoco ganarle a nadie como sucedió en 2014. No se engañen. La otra alcancía, la de los millones de los contratos individuales en las grandes Ligas y los millones de los patrocinadores de la camiseta, esa que también se sometió a una marca comercial, por ahora no gana partidos, sólo sube la vara de la exigencia y del reclamo. Tan ricos y tan pobres.

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IN TEMPORE: Los ‘espumas’ no están solos: en Castilla, España, hay un pueblo de dos iglesias, Villalar de los Comuneros, que celebra cada 23 de abril su derrota a manos de las tropas del rey Carlos V, en la llamada Batalla de Villalar (1521). Parece un chiste, pero propongo seriamente un partido entre España y ‘Los Pumas’, para esa fecha. Estará la fiesta pronta gane quien gane. O, mejor, pierda quien pierda. Joder!!!