El Consejo Empresario difundió un crítico informe, donde advierten que el gasto público es mayor a los ingresos. También señaló que el sector público “es el actor más importante de la economía”.
El Consejo Empresario difundió un crítico informe, donde advierten que el gasto público es mayor a los ingresos. También señaló que el sector público “es el actor más importante de la economía”. Paraná.(RN). El Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) elaboró un crítico informe realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la entidad que preside la empresaria Patricia Popelka. El estudio fue titulado “El sector público y la economía de Entre Ríos», donde advierte que uno de los principales problemas que encuentran los empresarios en la provincia es la “alta presión impositiva, que se suma a una muchos más alta y distorsiva presión impositiva nacional”.
“En general, esto no se traduce en mejores servicios estatales, porque los recursos que vuelven desde la Nación vía coparticipación y transferencias discrecionales es inferior a lo que los entrerrianos pagan de impuestos”, añadió en el espacio de las conclusiones del estudio, al que accedió Recintonet. Igualmente, señaló el CEER: “La gestión del gasto tiende al déficit. Casi todos los recursos que el sector público provincial recibe de la Nación son equivalentes a lo que provincia debe asignar a sueldos y coparticipación provincial. De esta forma, actúa una doble rigidez: 2 de cada 3 pesos de ingresos vienen de la Nación y la misma proporción es lo que a priori ya está comprometido para gastar; los espacios de gestión son reducidos. Esto se agrava por las condiciones de contratación de los empleados públicos, que son muy rígidas para la buena gestión y están impregnadas por la demanda de la población por ser empleados públicos”.
“Finalmente los déficits se terminan enjuagando en consolidaciones de deuda que terminan licuándose por inflación. Aunque la mecánica parezca para el Estado es muy perjudicial para los ahorristas privados. Por directa o indirectamente toda licuación de un deudor (en este caso el Estado) termina siendo soportada por acreedor (en este caso los ahorristas). Sin mecanismos protectivos de los ahorros, la generación de un mercado de capitales y mecanismos de financiamiento privado de largo plazo es una idea quimérica”, cierra el informe, donde previamente ofrece el CEEE un detalle numérico y de gráficos.
En el trabajo explican que la alta presión impositiva en la Argentina y en Entre Ríos, se da por tres factores. En primer lugar, “la coexistencia de tres niveles de gobiernos (nacional, provincial y municipal) con facultades para fijar impuestos y/o tasas coercitivas de servicios”. En segundo lugar, “la competencia entre estas tres jurisdicciones para imponer exacciones sobre la población a fin de hacerse de recursos públicos que le brinden independencia de gestión política”. Y en tercer lugar afirman que “es tan pobre el análisis –de los impuestos- que se hace en su formulación que se terminan superponiendo y/o generando distorsiones sobre las familias y el sector productivo”.
Presión impositiva
Para fundamentar el trabajo, el CEER, da algunos datos sobre la presión impositiva a nivel nacional que “tuvo un crecimiento muy elevado y acelerado”. Precisan que “fue de cerca del 10% del PBI en menos de 10 años (pasó de 22,7% en el 2005 a 33,4% del PBI en el 2014)”. En ese marco, explican que en el caso de Entre Ríos se da un peso diferencial que implica pagar los impuestos nacionales debido a los menores niveles de productividad prevalecientes en la provincia. “La lógica subyacente es que aquellos impuestos no fijados como porcentaje del valor agregado (IVA) o de los ingresos (Ganancias) tienen una incidencia diferencial en los lugares de menor productividad ya que se debe hacer un mayor esfuerzo para poder pagarlos”, sostienen.
“En general, estos impuestos son aquellos que gravan los factores de la producción y se fijan desde el nivel nacional con un mismo cargo independientemente de la región (las cargas sociales, los impuestos a los combustibles, los aranceles la importación, los derechos de exportación, etc.). Este componente creció mucho en la última década –empujado por el crecimiento de las cargas sociales sobre el empleo– y en los últimos años se estabilizó”, dice el documento del CEER.
En ese orden, señalan que “hasta el 2010, se mantuvieron estables (lo que no significa que no creció la recaudación sino que lo hizo al mismo ritmo que la actividad)”. Pero que a partir del 2011 “comenzó a subir de la mano de los aumentos en las alícuotas de ingreso brutos, los revalúos y la creación de nuevas imposiciones”. Mientras que “en el 2014, la presión provincial tiene un nuevo aumento (en términos relativos, mayor incluso al del nivel nacional) debido a que la recaudación aumentó más que la nacional, con la actividad económicamente estancada”.
Y remarca el texto que la presión tributaria en Entre Ríos “llega prácticamente al 50% del producto bruto geográfico. Un 33% es presión directa de los impuestos nacionales, un 9% es una estimación de la distorsión que los impuestos nacionales imponen en la provincia por su menor productividad respecto al promedio nacional y un 8% es la presión de la propia provincia”.
Asimismo, cita la Encuesta de Expectativas de Ventas que lleva adelanta la Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEC) de la provincia, “donde el 60% de los comerciantes minorista de Paraná afirmó que el costo fijo de mayor incidencia en su estructura de costo es la presión impositiva. Este es el reflejo en la realidad de que los aumentos de presión impositiva han tocado límite”.
¿Cuánto vuelven de los impuestos nacionales a la provincia?
También el CEER enfatizó que “la centralización de recursos por parte del Estado nacional tiene una incidencia importante en esta escasez de recursos del Estado provincial porque 62% de los ingresos provinciales provienen de la Nación, sea como coparticipación federal o transferencias discrecionales. Y esto no se ha modificado en los últimos años. Ante la insuficiencia de recursos y el deterioro en la calidad de los servicios, el Estado provincial apela entonces al recursos menos difícil –aunque más dañino–, que es, aumentar la presión impositiva provincial”.
En ese marco concluyen que los entrerrianos sienten que “pagan cada vez más impuestos (porque sube la presión impositiva nacional) pero sienten que los impuestos llegan cada vez menos a la gente (porque se deterioran los servicios sociales que debe brindar el Estado provincial). Se potencia la insatisfacción de los contribuyentes”.
¿Cómo gasta el Estado provincial?
“El 55% del gasto público provincial se dedica a gasto salarial. Esto es natural si –como ya se dijo– es el nivel jurisdiccional que se encarga de la educación, la salud, la seguridad, la Justicia y la infraestructura urbana. A esto hay que sumarle un 11% adicional que corresponde a coparticipación municipal. De esta forma, el Estado provincial tiene comprometido el 66% de su gasto con alta rigidez. Esto es una limitación importante porque una proporción similar (62%) es la que el Estado provincial recibe de la fuente nacional”, añade el informe.
Por último, afirma que el nivel de gasto público provincial “viene siendo consistentemente superior a los ingresos. Esto, sin considerar el resultado de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos que por ser deficitaria engrosa el resultado negativo de las cuentas públicas”.