Hay dos proyectos, pero ninguno ha logrado avanzar demasiado. Desde febrero el Senado volvería a trabajar sobre uno de ellos presentado por Oscar Arlettaz, legislador de Colón.
El Senador Oscar Alettaz dijo que «a partir febrero» retomarán el trabajo en comisión. El Legislador se quejó de que sólo una organización ambiental -M’Biguá- haya presentado una propuesta para agregar a la iniciativa frenada desde julio pasado, precisamente por el rechazo de ecologistas. Arlettaz, autor junto a Enrique Cresto de la iniciativa para regular la aplicación de agroquímicos, explicó que «se les vino encima el año» y no «avanzaron más» en el tema. De todos modos, adelantó que comenzarán con el trabajo en comisión «desde el 15 de febrero en adelante» y manifestó que seguirán discutiendo «las distancias». «Vamos a discutirlo y a establecer una zona búffer seguramente para ver cómo se cierra todo eso», deslizó.
«Lamentablemente no se dieron pasos concretos. Teníamos voluntad de aprobarlo», sostuvo el Legislador y recordó que el tratamiento de ley se frenó en julio pasado a la espera de aportes por parte de organizaciones ambientales. Sin embargo, «recibimos una única propuesta de M’biguá», precisó para contar después que el documento de la entidad «no dista mucho de lo que habían pedido que es llevar las distancias a 1500 metros y evitar la aplicación de los productos tóxicos, en lo que estamos absolutamente de acuerdo», subrayó. La propuesta de los legisladores oficialistas había sido ingresada en 2012 y desde ese momento fue debatida. No obstante, al parecer el tiempo no alcanzó para construir los consensos necesarios. «Ni siquiera tenía despacho de comisión, se alarmó demasiado la gente» consideró Arlettaz sobre la propuesta que intentó sin suerte la media sanción de la Cámara Alta.
«Las ambientalistas hicieron un lío importante», fustigó. Ante la consulta sobre el proyecto de su par Eduardo Melchiori que intenta legislar sobre el mismo tema, pero con distancias más amplias que las conversadas hasta ahora, el Senador de Colón habló de unificar los textos. «No tiene ningún sentido ir con dos proyectos en paralelo», advirtió. Además, no escatimó críticas a los ambientalistas que en ocasión del debate se instalaron con una carpa en la plaza Carbó de Paraná para expresar su descontento con la norma. «No escuché a ninguna ecologista repudiar lo que pasó en la carpa detrás de casa de Gobierno», disparó respecto a la denuncia por el abuso a una menor que se concretaba en esa instalación, según reveló la Policía.