Dejó atrás sus días de rebeldía, tuvo un gran 2014 y se ganó un lugar en el Plan de Alto Rendimiento de la UAR. Las ofertas de Europa que rechazó y sus expectativas.
Christian Gómez Csher
Lucas Martínez es una de las caras nuevas que tendrá el PlAR el próximo año y su historia puede ser, quizá, parecida a la de muchos otros que no corrieron la misma suerte: un potencial amenazado por una constante reincidencia en temas disciplinarios, tanto dentro como fuera de la cancha. Pero más temprano que tarde, la balanza se inclinó para un lado conveniente en el momento y el lugar indicado.
“El Gordo está para la cárcel o los Pumas”. La frase pertenece a Luis Gosetti, un viejo socio de Lomas que ofreció su ayuda para enderezar el camino de Martínez cuando tenía 16 años y peleaba más de lo que jugaba. Sin querer queriendo, aquellas líneas hoy poseen un significado mucho más auténtico.
“Creía que estaba loco. No me imaginaba preso y mucho menos jugando en los Pumas. Pero como la vida es tan linda y da vueltas inesperadas, algunos problemas con la ley tuve, nada grave, y hoy estoy a un paso de jugar en los Pumas, así que 9 años después le doy la razón”, recordó el pilar derecho.
Ya desde su etapa en juveniles, Martínez asomaba como una de las grandes promesas de Lomas, donde debutó en 2009. Categoría ’89 al igual que Tetaz Chaparro, Tuculet y Cubelli, por ejemplo, al pilar le llevó algunas temporadas empezar a cambiar su mentalidad y madurar como jugador. Cuando lo hizo, los problemas quedaron a un costado.
Pablo Gómez Cora, entrenador de Jaguares junto a Mauro Reggiardo y un emblema del conjunto del sur, armó la lista para la pasada Americas Rugby Championship de Canadá y no dudó en llamar a su ex compañero. El forward pasó la prueba de su primera convocatoria con creces y más tarde fue elegido para disputar el Argentino con Buenos Aires. El viernes último quedó entre los 64 seniors de la Unión Argentina.
-Estás hace varias temporadas en el Plantel Superior, ¿cuál fue el clic que hiciste para darte cuenta que podías llegar a donde estás ahora?
-Tengo ese momento grabado en la memoria como si fuese hoy. Me acuerdo que en febrero del 2013 nos fuimos de gira a Sudáfrica con Lomas y conocí el estadio de Newlands (Stormers). Ver el rugby profesional me cambió por completo. Yo estaba convencido que de a poco, y no sabía cómo, quería llegar ahí. Muchas veces me habían hablado de mi potencial, pero yo no creía en él. Es ahí cuando arranco el ascenso de mi carrera hasta hoy.
-¿Cuáles fueron tus primeras sensaciones después de haber sido confirmado en el PlAR?
-Si bien es algo que esperaba, estaba ansioso porque dependía de eso mi futuro. Pero muy contento con las llamadas y mensajes de amigos que por ahí leían la lista en los medios.
-¿Qué expectativas tenés y qué objetivos te ponés para 2015 teniendo en cuenta que va a ser tu primer año completo?
-Voy a ir paso por paso y cumpliendo las pequeñas metas que me voy poniendo. La principal es llegar lo mejor posible al 19 de enero, al comienzo de pretemporada. Como bien decís, este va a ser el primer año completo, así que tengo grandes esperanzas de tener más ruedo internacional.
-Hay un Mundial y van a ser meses importantes para definir a los contratados para la franquicia del Super Rugby, ¿pensás ya en eso?
-No pienso en eso, pero es algo que me hace ruido. Este año tuve muchas ofertas para jugar afuera, las cuales rechacé para poder seguir creciendo acá. Es lindo cambiar de aires, pero si puedo elegir me gustaría formar parte de la franquicia. Es algo nuevo y creo que va a ser genial.
-Muchos vienen o ya pasaron antes por seleccionados juveniles y vos te metés en el sistema a los 25 años, ¿es una desventaja que tenés o no tiene importancia?
-Yo creo que es una desventaja, podría haber crecido más en algunos aspectos. Pero uno nunca sabe, hasta acá me vengo adaptando bárbaro y estoy con todas las ganas de seguir mejorando. Siempre me va a quedar esa duda de qué hubiese sido si arrancaba antes.
-¿Fue clave que mejoraras tu comportamiento, dentro y fuera de la cancha, para poder tener esta oportunidad?
-Sí, fue la clave. En el torneo 2013 recibí seis amarillas y jugué todos los partidos. Y este año sumé sólo dos en todo el año y, salvo algunos partidos que estaba lesionado, jugué todo. Hoy miro para atrás y me doy cuenta que así no era confiable para el equipo.
-¿Sentir el respaldo de Reggiardo y Gómez Cora para tu primera convocatoria fue fundamental para poder tener este presente?
-Sí, porque con los dos tengo muy buena onda y hablamos seguido sobre mi juego. A Pablo lo conozco mucho, fue un gran ídolo de mi infancia, y a Mauro lo conocí hace dos años y siempre seguí al pie de la letra todo lo que me dijo con respecto al scrum.
-Según Reggiardo, sos quizás el mejor del país en el scrum, ¿cómo te sentís vos en ese aspecto?
-Está bueno darse cuenta que es una realidad, pero acarrea grandes responsabilidades, porque te imaginás que ahora muchos me conocen y van a venir a jugar el scrum de otra manera. Por eso soy de la idea de que hay que volver a las bases y entrenar duro. Yo me preparé con Juan Ávila (compañero en Lomas) este año para algo grande, no sabía qué, pero entrené duro. Ahora estamos preparando lo que va a ser el 2015, con la misma seriedad y sacrificio de este año.
-¿Qué pensás que te falta mejorar?
-Mucho, pero creo que son las cosas más simples. Por un lado lo aeróbico, que ya estoy trabajando fuerte en eso, y por el otro mejorar el abierto, estar más en contacto con la pelota y a disposición del equipo.
-Pudiste haberte ido a Castres hace poco y decidiste quedarte por esto, ¿te salió bien la apuesta con el diario del lunes?
-Creo que la apuesta es más grande y todavía no está cumplida. El objetivo es poder llegar a sumar minutos en los Pumas. Eso me va hacer crecer y abrir otros horizontes.
(*) Editor de Rugby Fun