Agencias
Unos 1.500 hinchas de San Lorenzo se reunieron ayer a la tarde en la plaza Jamaa El-Fna, tradicional paseo de la Ciudad Vieja de Marrakech, para respaldar al equipo que jugará hoy ante el Real Madrid.
Los fanáticos brindaron su ritual durante dos horas y sorprendieron a ciudadanos marroquíes y turistas, que diariamente asisten al lugar en el atardecer, cuando se instalan los puestos de comida autóctona.
Cánticos, banderas de diversas procedencias, carteles, camisetas y todo distintivo azulgrana dominó un sector del playón, frente al amplio balcón de un bar, en el que se desplegó una larga bandera de La Butteler, como se hace llamar la barra brava.
“Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad; nos vinimos a Marruecos, para ser campeón mundial”, fue el hit de la jornada. Los traseúntes locales filmaban con sus teléfonos.
El extenso callejón que termina en la imponente mezquita Koutoubia fue el corredor para la continua entrada y salida de los hinchas, que repitieron el banderazo del martes en la previa de la semifinal.
En ese lugar, vendedores ambulantes ofrecieron merchandising del Real Madrid, mientras arengaban a San Lorenzo al paso de los argentinos.
La mayoría de los hoteles de los barrios residenciales Gueliz y L’Hivernage lucieron banderas en sus balcones.
Simpatizantes con atuendo sanlorencista desfilaron durante todo el día por las avenidas Mohamed V y Mohamed VI, principales arterias comerciales de la Ciudad Nueva.
Unos 8.200 simpatizantes de San Lorenzo asistieron al partido contra Auckland City y se aguardan 12 mil para la final, según estimó el vicepresidente primero del club, Marcelo Tinelli. En contraste, apenas 3.500 españoles llegarán desde Madrid, que se encuentra a menos de dos horas por avión.
San Lorenzo, que el 13 de agosto ganó su primera Copa Libertadores, quiere ser el primer campeón argentino del Mundial de Clubes.