La Justicia de Paraná profundizó la investigación contra al menos dos mujeres y un par de hombres que formarían parte de una asociación ilícita que se dedicaba a estafar ancianos y manejar «una cueva de dinero» en el centro de la capital.
Como cuidadoras de ancianas habían logrado obtener la tarjeta Argenta de los pasivos y extraer créditos por entre 15.000 y 20.000 pesos para adquirir distintos productos eléctricos, informáticos y muebles, pero que estaban siendo descontados a los jubilados.
Se entendió que los abuelos confiaron en las personas que los cuidaban y de allí la facilitación de las acciones por parte de las acusadas. De no haber sido por el control de los familiares, que sospecharon por abrupta reducción del sueldo de los jubilados, tal vez esto no se hubiera descubierto, tras lo cual se determinó que una mujer de unos 58 años, muy parecida a la que se denunció fue la que retiró los electrodomésticos de conocidas casas de la capital entrerriana.