Por Edgardo Martolio | Raúl Gámez quiere embarullar artículos para obtener ventajas. Por qué Vélez debe desempatar con Boca.
Edgardo Martolio
Era noviembre de 2011 y Juan Carlos, rey de España, tuvo que decirle al absurdo y aún vivo Hugo Chávez, presidente de Venezuela: “¡¿Por qué no te callas?!”. Fue como el reto a un niño, pero en otro marco, en medio de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, en Santiago de Chile.
La frase vale, con igual sentido de reprimenda, para otro presidente. El recién retornado a Vélez Sarsfield, Raúl Gámez. Con pirotécnica verbal, el dirigente que más odian los hinchas de San Lorenzo –por sus constantes provocaciones– quiere embarullar artículos de un Reglamento para obtener ventajas deportivas y enterar al mundo de su regreso. De paso, retoma lo que nunca archivó: su deseo de manejar la AFA, un sueño frustrado en tanto Julio Grondona pisaba en esta Tierra.
Clasificar a la Copa Libertadores, en Argentina, no es tan difícil porque se puede llegar de varias maneras. Vélez, sin embargo, no llegó por ninguna de las vías directas. Es decir, no ganó los torneos Inicial o Final 2013/2014, ni obtuvo la Libertadores anterior, ni fue el mejor del país en la última Sudamericana, como tampoco conquistó la Copa Argentina. Pero le queda un camino que es convertirse en el líder de la llamada Tabla Final de Posiciones que suma los puntos de los torneos Inicial y Final 2013/2014… Allí sí arribó primero, pero empatado con Boca Juniors en 61 puntos, según muestra la tabla reproducida a continuación:
Pos Equipo TI-13 TF-14 Pts. PJ PG PE PP GF GC Dif
1º Vélez Sarsfield 31 30 61 38 17 10 11 58 42 16
1º Boca Juniors 29 32 61 38 17 10 11 50 39 11
Ese (des)empate es el foco de la discusión que instaló renegadamente el flamante titular velezano. El reglamento es claro, aunque Gámez, alegando chavistamente que se trata “del último daño que le hizo Grondona al fútbol argentino en vida” (?), dice que su club no va a jugar tal desempate porque “Vélez ya está clasificado”. No lo está y eso se lee en el Boletín Especial Nº 4794 del Reglamento del Campeonato de Primera División 2013/2014, aprobado con presencia del representante de Vélez el 17 de julio de 2013.
En su punto 5 se refiere a la TABLA FINAL DE POSICIONES 2013/2014 y en el inciso 5.1, dice: “Se establecerá por acumulación de los puntos que los clubs intervinientes obtuvieron en el desarrollo de los Torneos ‘Inicial 2013/2014’ y ‘Final 2013/2014’, mediante el sistema de tres -3- puntos por una victoria, un -1- punto por un empate, y cero -0- punto por una derrota”.
Enseguida, en el artículo 6, bajo el subtítulo DESEMPATE DE POSICIONES, inciso 6.1, el Reglamento apunta: “Para el caso de empate en puntos en el primer puesto, entre dos -2- equipos, ya sea en el Torneo ‘Inicial 2013/2014’ como en el Torneo ‘Final 2013/2014’, serán de aplicación las disposiciones del art. 111 del R.G., que establece la realización de partido de desempate”. Como hasta allí nada dice de la Tabla Final de Posiciones, Gámez da por encerrado el texto del Reglamento y clasifica a su Vélez por mejor saldo de goles, que sería el otro criterio a ser aplicado, en caso de que no existiese el desempate.
Sin embargo, enseguida, en el inciso 6.3, está escrito: “Para el caso de empate en puntos entre dos -2- ó más equipos, EXCLUIDOS el primer puesto y los descensos, ya sea en el Torneo ‘Inicial 2013/2014’ como en el Torneo ‘Final 2013/2014’ y/o en la Tabla Final de Posiciones; se aplicarán las disposiciones del art. 112 del Reglamento General”, (el que habla de la diferencia de goles). Al excluirse explícitamente el primer puesto del desempate por goles –Art. 112–, se deja implícito que se dirime con un partido de desempate –Art. 111–. Y se acabó la discusión. Si se lee este apartado del Reglamento esto lo entiende hasta un chico.
Raúl Gámez, fiel a su estilo –alguna vez tildado de ‘cartonero’ y ‘papanatas’ por Aníbal Fernández, cuando este era Jefe de Gabinete del gobierno ‘K’–, berrea su insustentable discurso usando el inciso 6.1 del reglamento que, como acabamos de ver, no atañe a esta definición. Sabe que Vélez no pasa por su mejor momento y aunque su rival sea un desteñido Boca no quiere correr riesgos. La primera medida que tomó como presidente fue despedir al ‘Turu’ Flores, técnico de la casa, para traer a su viejo conocido, Miguel Angel Russo, que viene de otro fracaso y que la hinchada de Liniers y Villa Luro mal recuerda por cómo cambió a su ordenado club por las luces de Boca (a fines de 2006).
Gámez no quiere jugar el desempate porque, si lo pierde, Vélez se queda afuera de la Copa y entra Estudiantes, ya que Boca ingresaría –como el ‘mejor’ de la temporada– derechito a la fase de Grupos. Y Estudiantes como el mejor de la Sudamericana, al Repechaje o Primera Fase, es lo mismo, después de River (ya clasificado como campeón del Final) y Boca (que entraría por tabla general). Más San Lorenzo, por ser el actual campeón de la Libertadores, y Racing, claro, por ser campeón del torneo de Transición si se consagra como tal.
Entonces, recordando al barra brava que fue y almacena en el alma, grita, matonea y manda mensajes a través de la prensa: “Este desempate es un mamarracho, queremos que se cumpla el Reglamento”. Sí, de eso se trata señor Gámez y por eso Vélez tiene que jugar un desempate. Aunque al Reglamento usted lo manipule con la misma ligereza con la que intentó ensuciar al ídolo del club, José Luis Chilavert, porque lo enfrentó políticamente en las últimas elecciones: “Chilavert no quiere al club”. El arquero paraguayo no es santo de mi devoción, pero le dio más a Vélez que cualquier Gámez.
La AFA ya se había expedido, oportunamente, antes de que Gámez fuera electo nuevamente presidente (ya lo fue, y con sonado éxito, en 1996/1999 y 2002/2005), por lo que tampoco puede argüir que sea una estrategia contra el inicio de su gestión. Gámez es muy ‘argento’ y aquellos reglamentos que él no hizo o no benefician particularmente a su club –y su gestión– carecen de validez en su parcial raciocinio. Los descalifica. O, si los entiende, no desconoce el vernáculo encanto de la demagogia y la confusión ni los modos de usufructuar con ellas y… se aprovecha. Aunque lastime al fútbol que no precisa de más desbarajustes de los que ya tiene.
Esta polémica termina si River se erige campeón del Transición. El último martes, en la calle Viamonte, los integrantes del Comité Ejecutivo no rediscutieron ─como prometieron─ este asunto y, con mal tino, decidieron posponer tal resolución para cuando se defina, realmente, el torneo que aún no concluyó. Pues, si lo gana River, se acaba la discusión y chau desempate. River se repetiría en dos plazas (campeón del Final y del Transición) y, en consecuencia, quedarían automáticamente clasificados los dos en pugna, Boca y Vélez, sin necesidad de desempatar, mientras Estudiantes clasificará al Repechaje por su mejor posición en la Sudamericana. Y Racing, para mi tristeza, los mirará por televisión.
Mal tino, digo, porque lo ideal es legislar antes y no esperar que la realidad resuelva por uno, simplificando lo que la impericia complicó. En este sentido, tiene razón el presidente de Boca, Daniel Angelici, que más allá de las necesidades de su club, interpretando cabalmente el Reglamento dijo que el partido debe jugarse y que Boca se presentará a disputarlo cuando la AFA lo disponga, el 17 o 20 de enero próximo en Mar del Plata (debieron jugarlo esta semana, 72 horas después de la última fecha, y no en medio de las respectivas pretemporadas, pero… sin Grondona).
Por información divulgada equivocadamente en algunos medios, que hablaron del Art. 9 del Reglamento –diciendo que Boca jugó la Sudamericana por ser “segundo en la Tabla Final del Campeonato 2013/2014 y que por ello ahora no puede reclamar el primer puesto” – vale aclarar que Boca jugó la Sudamericana reciente, la que definieron River y Atlético Nacional, ocupando el cupo de “mejor clasificado en la Tabla Final 2013/2014” sin que hubiese discusión porque Vélez había disputado la Libertadores 2014 y eso automáticamente le impedía participar de la Sudamericana.
Quiste del fútbol, Gámez –tribunero, de profesión desconocida y curiosamente apodado ‘Pistola’– entiende por experiencia mediática que siempre deja algún rédito hacer barullo contra Boca (sería el perjudicado si arbitrariamente la AFA le concediera el primer puesto a Vélez, porque en este caso Boca, aunque ya clasificado a la Copa no entraría directo, tendría que jugar el Repechaje o pre-Libertadores; esto es, dos partidos clasificatorios ante un club de Ecuador). Enfrentando a Boca siempre se encontrarán aliados; los de River, por ejemplo, al menos a nivel popular ya que la actual buena dirigencia millonaria no parece inquietarse con esta situación: el sano silencio riverplatense tal vez sea una elegante manera de decirle a Gámez “¡¿Por qué no te callas?!”.
IN TEMPORE I: Luciana ‘Lucha’ Aymar, a sus 37 años, le dijo adiós a ‘Las Leonas’ tras 376 partidos oficiales. Sí, se retiró uno de los máximos talentos de la historia deportiva nacional, sin dudas la mujer más victoriosa de nuestro país, la más reconocida internacionalmente y un auténtico ejemplo para todas y todos. No por acaso fue electa ocho veces ‘mejor jugadora del mundo’. Monumental. Como dice la goleadora Carla Rebecchi, habría que retirar la camiseta número 8…
Párrafo aparte para su compañera Belén Succi, la mejor arquera de la actualidad, que estuvo dos años sin jugar para amamantar a su bebé y en la finalísima atajó tres penales… Las chicas del hockey sobre césped no negocian el esfuerzo ni los resultados. Por eso son grandes de verdad. Su juego y sus títulos las engrandecen más allá de hinchadas y periodismo: no pierden dignamente, ganan fantásticamente, derrotan a los mejores sin requerir infinitas décadas de aprendizaje y experiencia. Auténticamente ‘Leonas’.