Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo Sobre los sepulcros de San Pedro en el Vaticano y San Pablo en la Vía Ostiense, lugar de sus respectivos martirios, el emperador Constantino mandó edificar dos basílicas que fueron dedicadas en este día del año 350 por el papa San Silvestre. Con el tiempo, la vetusta y ya ruinosa basílica de San Pedro cedió el sitio a la actual. Para ésta, Julio II y León X llamaron a los mejores artistas, y de los planos combinados de Bramante y Miguel Ángel salió el más grandioso templo del mundo, en el que caben 50.000 personas. La basílica de San Pablo Extramuros fue restaurada espléndidamente por Gregorio XVI y Pío IX. Caben en su interior 32.000 personas. Ambas basílicas con la de Letrán, constituyen el centro espiritual del orbe católico.