Mañana estrenan el policial Noche y día en el prime time de El Trece. Hablan del momento crítico de la televisión por la fuga de espectadores, se refieren a la delincuencia en el país y juran que tienen fe en la Justicia argentina.
Tienen doble de riesgo pero durante el mes y medio que llevan de grabaciones de Noche y día (se estrena mañana a las 21.45) decidieron hacer ellos mismos las escenas jugadas con efectos especiales que van desde tiroteos, caídas, explosiones, o lanzarse de un avión en paracaídas.
Facundo Arana y Romina Gaetani interpretan a policías que persiguen a narcotraficantes y corruptos aunque sin perder la comicidad y el romance; una especie de remake de 099 Central, que ambos protagonizaron en 2002. Eleonora Wexler –la otra mujer seductora de la nueva tira de Pol-ka– hace de la amante de un comisario inescrepuloso en la piel de Oscar Martínez, quien justifica cualquier medio para alcanzar un único fin: encontrar a su hijo.
—A diferencia de cuando grabaron “099 Central”, ¿cómo definen hoy el bien y el mal?
ARANA: Igual pero más zarpado, igual pero más televisado. Ojo, antes ocurrían estas cosas, lo que pasa es que hoy ponen cámaras de seguridad en todos lados. Los operativos de la policía siempre estuvieron, pero hoy se televisan. El otro día tenía que hacer una escena de resucitación cardiopulmonar por ahogamiento. Sé hacer RCP pero lo googleé en ese mismo momento para hacerlo y ver cómo era de verdad, y me vi un video que está al alcance de cualquiera que muestra una resucitación que le hicieron a una chiquita tailandesa que la sacaron muerta y la volvieron a la vida. Es tremendo.
WEXLER: Ha cambiado radicalmente el conexto social de aquella época. Ahora, por la velocidad de internet y la violencia que se transmite, es muchísimo mayor. Me impresiona, me shockea, me resulta difícil de digerir y muchas veces no es que no quiero verlo porque soy una negadora sino poque me genera un nivel de impotencia muy grande, más siendo madre. Una tiene que tomar más recaudos. Yo cuento anécdotas de que me tomaba el colectivo a los 10 años y ahora no se me ocurriría nunca mandar a mi hija en colectivo para ir al club. Cambiaron las libertades de aquellos chicos de 10 y 12 años y los cuidados y los miedos son mucho más grandes.
—Matías Martin se quejó en la radio de que los canales de cable y noticieros tienen 80% de noticias de policiales: inseguridad, narcotráfico, etc. ¿Consumen este tipo de noticias?
GAETANI: Sí, yo me recuelgo con las noticias policiales, ves que todo es más culebrón, los periodísticos lo cuentan como si fuera una telenovela, y rinde porque yo me quedo pegada mirando. El morbo siempre llama la atención. Más allá de eso, hay una realidad de lo que pasa y que se está mostrando, y esa misma realidad ya supera a la ficción.
W: Creo que a la mayoría de la gente le atraen esas noticias. Si no, no las pondrían en pantalla. A mí me atraen mucho más los policiales de ficción. Estoy enganchada con dos series policiales: Homeland y The Killing, me hice muy adicta. Sinceramente, la realidad de hoy en día me genera cierta distancia al ver noticias sobre asesinatos, muertos o secuestros; me da la sensación de que la realidad me supera.
—Hay casos famosos sin resolver actuales: Angeles Rawson, Candela Rodríguez, Melina… ¿Creen en la Justicia?
A: No estoy en tema como para darte la respuesta en un diario. No te quiero tirar la pelota afuera, de gente que habla y opina de todo, y está lleno. ¿Sabés qué pasa? Un día vi cómo se señalaba a un tipo en el caso de la tragedia de los Pomar que volcaron, acusando, y yo vi y oí todo lo que se dijo. Y finalmente era un señor que había ido con su familia y había chocado y volcado.
—¿Creés en la Justicia?
A: Sí, ¿cómo no voy a creer en la Justicia? Si no creyera en la Justicia, me tendría que matar. Y exijo justicia, porque si no tenemos justicia estamos perdidos. Además, hay justicia, el tema es que no sale en los diarios porque no vende o en la tele porque no mide rating. Se cuentan los aviones que caen, y si es posible mostrando imágenes de cámaras dentro del vuelo.
W: Hay muchos casos que no están resueltos y uno confía en la policía, que puede resolverlo. Si no, estamos al horno. Creo en la Justicia, tengo fe; si no, ¿qué hago acá? No quiero entrar en una cosa politizada, no creo que ayude en este momento porque los actores y el medio ya estamos demasiado politizados y no quiero.
—Es un año raro, ¿no?
W: Es, pero viene desde un par de años raros. Cada vez la politización nos divide más a los argentinos, y a los actores también. Todo eso de estar de un lado o del otro. Lo importante es buscar la unión. La desunión entre los actores está pasando desde hace tiempo. Las cuestiones ideológicas dividen. No me gusta, tanto de un lado como del otro. Respeto a la persona que quiera militar y comprometerse. También ya hace un tiempo que está rara la televisión, y siento que está mutando, y de alguna manera tiene que cambiar en cuanto a los contenidos… La gente está empezando a consumir otras cosas, series, cable, Netflix, hay una diversificación enorme. Los números lo demuestran, el poco interés que hay. Me acuerdo haciendo Valientes, que la reventamos, y Graduados fue el último gran éxito, hace dos años. A partir de ahí, hubo un antes y después.
—¿Estamos muy lejos de producir un policial como “Breaking Bad”?
W: Sí. Está lejos, tiene que ver con todo un grupo, con todo un equipo, una superproducción de mucho dinero, con un grupo actoral enorme. Creo que allá se trabaja de otra manera, es realmente muy diferente, hablamos de una industria americana gigante. Hay mucho apostado a las series y las estrellas de Hollywood están ahí, protagonizando, tienen un enganche de las historias increíble, que hace que sean las tres y media de la mañana y siga enganchada. Eso habla de un contendio, de una historia, de arriesgarse a algo.
A: Noche y día no va a ser Breaking Bad porque tiene otros presupuestos, pero ojo que nosotros acá también tenemos un presupuesto multimillonario por más que no sea ese presupuesto, pero sacame a mí y creo que cualquiera de mis compañeros no lo vas a ver desentonar allá afuera.
Historia atp pero con escotes
—¿Van a tener escenas de alto voltaje?
W: No lo sabemos todavía. Una, como mujer, las piensa, y siempre y cuando no me genere vergüenza y que luego no le dé vergüenza a mi hija cuando las vea.
G: No leí ninguna. Lo más importante a la hora de hacer ese tipo de escenas de sexo es tener un compañero copado en el set, y que tu pareja te acompañe y que entienda que no es nada fácil.
—Romina, en el tráiler se te ve disfrazada de prostituta con escote pronunciado. ¿Es un guión apto para todo público?
G: Sí. Más allá del doble push up que me pusieron para levantarme las lolas –porque eso no es todo mío, aclaremos–, es para toda la familia. Es más una comedia romántica que un policial.
A: Hoy no sé cómo se mide el ATP, pero tratamos de cuidarnos, tratamos de no zarparnos y de cuidar que lo puedan ver chicos jóvenes, porque niños ya no debería haber frente al televisior a esa hora.
—Facundo, ¿cómo fue que sacaste el carnet de paracaidista?
A: En el capítulo uno, mi personaje salta de un avión con un narco, quedan flotando en el aire, y le tengo que sacar información vital. Se iba a colgar a los actores en un croma, con todo verde y después se iba a ver la caída. Para hacerlo yo, me fui a hacer el curso de paracaidista, lo hice lo más rápido posible y el instructor decide cuándo estás listo, desde el primer salto que hacés, sólo tenés dos instructores acompañándote. Ya tengo 16 saltos, y es algo que descubrí y que me apasiona, y hacer esas escenas sin doble de riesgo me copa y me alegra. Siempre pido hacer las cosas sin doble de riesgo.
—¿Medís distinto el peligro al tener una esposa y tres hijos?
A: Sí, siempre cambia.