decisión ya está tomada. La reunión de mañana entre el presidente de la AFA, ClaudioChiqui Tapia, Marcelo Tinelli y Edgardo Bauza será, acaso, sólo una cuestión protocolar que se demoró más de la cuenta: iba a ser el lunes, se postergó para el miércoles, y finalmente será el jueves.
Lo cierto es que mañana –palabras más, palabras menos– Bauza escuchará de la boca de Chiqui Tapia lo que temía desde que perdió contra Bolivia en La Paz, el martes 28 de marzo: quedejará de ser el entrenador de la Argentina de Lionel Messi y compañía.
El flamante presidente de la AFA tomará, de este modo, su primera medida importante desde que se sienta en el sillón que durante 35 años ocupó Julio Grondona. Esa medida –la de echar a Bauza– fue apoyada por la mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo (ahora llamado Consejo Directivo), pero fundamentalmente por las dos alas políticas de Tapia: el presidente de Boca, Daniel Angelici; y su suegro y titular de Independiente, Hugo Moyano.
Como pasó durante todo el último año, el secretario de selecciones nacionales, Marcelo Tinelli, quedó del otro lado del río. El conductor fue uno de los pocos que se opuso a despedir a Bauza, algo que acompañó, con cierta timidez, el presidente de Racing, Víctor Blanco. La opinión del conductor televisivo no logró torcer la postura del trinomio que gobierna la AFA desde el miércoles 29 de marzo.
Ahora, la gran apuesta es Jorge Sampaoli, el entrenador del Sevilla que hoy sufrió a Messi en una cancha –le hizo dos goles en el triunfo 3-0 del Barcelona por la Liga– pero quizás lo disfrute en algún tiempo.
Sampaoli había dado una señal disfrazada de broma hace unos días: “Voy a dirigir a Messi. A lo mejor en Newell’s, o en Sevilla”, soltó. Su salida del Sevilla saldría un millón y medio de euros. “La AFA no puede afrontar ningún gasto de esas características”, le confió a PERFIL un integrante del comité ejecutivo, asustado por los números que se encontró en esta primera semana de gestión.
La misión, entonces, es enlazar a Sampaoli con la AFA sin ningún costo. Esa misión la tiene Angelici. El presidente de Boca, hombre de confianza del presidente Mauricio Macri, tiene buena relación con el titular del Sevilla, Pepe Castro. Eso, esperan en Viamonte, podría ayudar a que el DT pueda destrabar su salida del club español. Y que su llegada al predio de Ezeiza para dirigir a la Selección sólo tenga el precio de su contrato.