Sociedad 06/11/14

SANTORAL

 

San Félix de Tinisia, mártir. Oriundo de África del Norte en el siglo II, fue un cristiano comprometido en una de las comunidades de esa región. Son pocos los datos históricos que se tienen de él, pero se cree que es el mártir Félix de quien San Agustín da testimonio en uno de sus sermones. San Agustín era obispo de Hipona, una ciudad cercana a Tinisia de Numidia donde vivía Félix y donde, por confesarse cristiano, fue sometido a castigos corporales y abandonado en una cárcel donde murió. San Leonardo, monje. Nacido cerca de Orleáns, Francia, de padres ilustres, Leonardo era ahijado del rey Clodomiro y vivía en la corte.

 

Pero deseando una vida de mayor perfección cristiana, fue a buscar a San Remigio, obispo de Reims, para que lo orientara y le diera su protección espiritual. Tiempo después pasó a la provincia de Limoges y encontrando un bosque abandonado hizo en él vida solitaria y penitente. En ese bosque pasó la mayor parte de su existencia en compañía de algunos monjes. San Leonardo murió en el año 559. Es el patrono y protector universal de los prisioneros.