El entrenador de Argentinos afirmó que pretende continuar al frente del Bicho, aunque aclaró que si le genera algo negativo al club "prefiero dar un paso al costado". Partido clave ante Chicago.
Claudio Borghi afirmó que quiere seguir siendo el entrenador de Argentinos Juniors por su “presente” y no por su historia en el club, en la previa del crucial partido de mañana ante Nueva Chicago por el Torneo de la Zona A de la Primera B Nacional, con lo que deslizó que puede resultar determinante para su continuidad en el puesto. “Tenemos que ir partido a partido, pero quiero quedarme por mi presente, no por mi pasado. A veces siento que tengo una autoridad histórica que le hace mal a la gente, y si es así, tendré que dar un paso al costado”, sentenció Borghi, el día previo al cotejo ante el Torito que se realizará en el Estadio Diego Armando Maradona.
Además, negó que Juan Román Riquelme, Cristian Ledesma y Matías Caruzzo vayan a dejar el plantel en caso de que él renuncie.
“El Bichi” consideró que “si hoy en día se lo puede rajar de Boca a (Carlos) Bianchi con la cantidad de títulos que tiene”, él, que tiene una sola conquista como entrenador, no quiere quedarse “a hacerle mal a Argentinos”.
“Sucede que los rivales están dispuestos a jugar al contragolpe y nosotros caemos en esa trampa muchas veces por el ímpetu que tenemos. No podemos realizar lo que deseamos. Este equipo está formado para jugar bien, pero las veces que ganamos no dominamos los partidos por completo, como sí lo hicimos muchas veces que hemos perdido”, reconoció Borghi.
Así y todo, si bien El Bicho Colorado oscila en la mitad de la tabla de la Zona A, también es verdad que se halla en las semifinales de la Copa Argentina, instancia en la que tendrá que medirse con Rosario Central el 19 de noviembre en San Juan.
No obstante, el director técnico remarcó en diálogo con Fox Sports Radio del Plata que hace varias fechas que no obtienen triunfos como locales y que “cada vez es una puñalada, porque hay mucha ansiedad”.
“Es como cuando uno pasa por la puerta de una pizzería y piensa en comerse tres, aunque todavía no se haya comido ninguna. Además, en todos los partidos perdemos un jugador por lesión y ya tenemos cuatro o cinco bajas… Son cosas que suceden, pero nos van complicando. Es como nadar en dulce de leche”, sostuvo quien en sus tiempo de delantero talentoso fue campeón mundial con el seleccionado argentino en México ’86.
Borghi dijo que no ve ni escucha nada que tenga que ver con el fútbol “por salud mental, porque a veces uno tiene que desmentir todo lo que dice y eso es tremendo”, pasaje en el que negó haber hablado con el plantel sobre su continuidad.
“No fue verdad; no hablamos en Jujuy. Habíamos merecido ganar y terminamos perdiendo, pero no hablamos porque volvimos muy mal anímicamente”, concluyó.
Fuente: DyN