En enero del año pasado el gobierno entrerriano dispuso dejar sin efecto el Sistema de Control Electrónico de Infracciones de Tránsito y se indicó que los dispositivos serían relocalizados al finalizar la temporada estival.
En esa oportunidad, desde el ministerio de Gobierno se indicó que «la suspensión del sistema de radares y fotomultas permitirá optimizar el sistema mediante un trabajo de relocalización de los dispositivos con su necesaria señalización; ya que se comprobó que muchas veces sorprenden a los viajeros», dijo el ministro Mauro Urribarri. El sistema que fue revocado penalizaba mediante un control electrónico, infracciones de tránsito como exceso de velocidad, adelantamiento indebido de vehículos y control de tránsito con luces bajas, incluyendo la gestión de cobro extrajudicial de las sanciones pecuniarias derivadas de la aplicación del sistema.
El mismo ministro garantizó «el cuidado de la seguridad vial en territorio entrerriano por medio del operativo Verano Seguro, la Dirección de Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos y el sistema de puestos camineros distribuidos en nuestra geografía. Le damos tranquilidad a las personas que transitan por las rutas entrerrianas ya que no se deroga ninguna normativa en materia de tránsito, sino que vamos a garantizar su cumplimiento con nuestros propios recursos».
Borrar con el codo
Pero como nada es permanente, Urribarri ordenó a sus subordinados la revalorización de esos controles en este verano. Un lector de la Prensa Federal envió a la redacción una foto reciente donde aparece un móvil policial entrerriano, con el equipamiento dado de baja por el Ministerio de Gobierno hace un año.