Primero festejar y después espiar a River

Lo que lo explica casi todo es el segundo gol de Lanús. Ni siquiera hay que tomar en cuenta la jugada completa. Alcanza con poner la lupa desde el momento en que Váldez Chamorro controló la pelota. Fue cuando se detuvo la vida en Forencio Varela. Nadie se movió salvo el autor del gol, que se apropió del tiempo del mundo. El volante de Lanús se acom

Lo que lo explica casi todo es el segundo gol de Lanús. Ni siquiera hay que tomar en cuenta la jugada completa. Alcanza con poner la lupa desde el momento en que Váldez Chamorro controló la pelota. Fue cuando se detuvo la vida en Forencio Varela. Nadie se movió salvo el autor del gol, que se apropió del tiempo del mundo. El volante de Lanús se acomodó, miró, pensó, volvió a pensar y recién entonces eligió dónde definir. Defensa y Justicia se da un lujo que es un pecado capital: no marca.

De todos modos, este Lanús no es confiable y la diferencia de dos goles era una ventaja pero no una garantía. Anoche padeció el descuento del equipo local (tras penal polémico) y hasta un tiro en el travesaño de Leandro González.

Guillermo mezcló futbolistas titulares con otros suplentes para bifurcar la mirada. Mientras se prepara para jugar por la Sudamericana contra Cerro Porteño, ayer mandó un mensaje hacia Núñez. River tiene un rival que sigue vivo.