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Seis partidos sin ganar era mucho. Demasiado. Para Vélez, una eternidad. Ayer, en Liniers, rompió la racha. Y con una goleada: le ganó 4-1 a Olimpo y volvió a estusiasmarse con pelearle a los de arriba. Sebastián Domínguez, Brian Ferreira, Lucas Pratto y Ramiro Cáseres marcaron los goles de Vélez, mientras que Adrián Martínez había descontado para el conjunto bahiense.
Más que un triunfo, fue un desahogo. El último festejo del equipo del Turu Flores había sido frente a Lanús en la cuarta fecha. Por eso, cuando el arco de Nereo Champagne se abrió en Liniers respiraron con tranquilidad. Para Olimpo, en cambio, fue otro golpe: sigue en el fondo de la tabla con apenas 8 puntos.
Vélez fue muy superior. Tuvo paciencia incluso cuando en la primera parte mostró algunos problemas para lastimar al equipo bahiense. Vélez manejó la pelota pero repitió errores en los metros finales. La ventaja llegó por medio de una jugada de pelota parada: cabezazo de Domínguez tras un centro preciso de Emiliano Papa.
Dos minutos después, un grosero error defensivo terminó de volcar la balanza: Néstor Moiraghi y David Achucarro fallaron en la salida, se entretuvieron con la pelota, Pratto la robó y habilitó a Ferreira, quien definió ante Champagne.
Con esos dos goles de diferencia, Vélez se replegó en su campo y apostó al contragolpe. Ceder la iniciativa le costó caro a Vélez sobre el final ya que Olimpo consiguió el descuento. Cubero calculó mal un cierre, Martínez ganó la posición y definió con un remate fuerte ante Sosa.
Pero todavía quedaba tiempo, y Vélez lo aprovechó: primero con un gol de Pratto, tras una pared con Caraglio, y sobre el final, con una volea impecable, precisa, del juvenil Cáseres. Para los de Liniers, más que un triunfo, fue un alivio