El cantante y animador infantil salió al cruce de las declaraciones del periodista, y le dio una importante lección de vida.
El polémico video de Roberto Funes Ugarte hablando pestes de varios famosos sigue dando que hablar.
En el video se ve a un desconocido Robertito esperando frente a la Clínica Suizo Argentina, donde está internado Gerardo Sofovich, para salir al aire y diciendo cosas como: “Dejá de poner a ese viejo choto que atrasa (Pipo Pescador) y sacame de una vez, que se muera este otro viejo (por Sofovich), ¡me quiero ir a dormir pedazo de mamerto!”, mientras en el piso de C5N se encontraba Pipo Pescador.
Justamente, Pipo Pescador salió al cruce de los dichos del periodista, publicando una carta en la que le da una valiosa lección de vida, señalando que “ser joven no es ninguna virtud y ser viejo ningún delito”.
El texto completo:
He sido duramente discriminado por mi edad (68) por un notero que me ha tratado de “viejo choto que atrasa” refiriéndose a una nota que me estaban haciendo en el piso de un canal de televisión y le demoraba su participación desde la calle.
No guardo rencor por el notero, que tampoco es ya tan niño, sino quiero dejar una reflexión a la sociedad en relación a la temática de la edad y a la histeria colectiva que nos domina respecto de ella.
Yo salgo constantemente al extranjero y nunca he visto tan acentuada esa tendencia a desvalorizar o valorizar directamente a las personas por el tiempo que lleven en esta vida, como en nuestro país.
La juventud o la vejez es una cuestión de perspectiva; veinte años no garantizan ni felicidad ni plenitud y setenta años no traen necesariamente decadencia e invalidez.
Cuando el notero en cuestión tenga mi edad, espero que esté como estoy yo, lleno de proyectos con mis tangos, por publicar mis obras completas para niños, viajando y trabajando por mi felicidad y la de los otros. A Cocó Chanel le preguntaron cuantos años tenía y ella respondió: según el día.
Siento que el notero es mayor que yo porque divide a la gente entre viejos y jóvenes seguramente y con esa aritmética se pierde un fulgurante desfile de artistas, científicos e intelectuales que para el son “chotos” porque no tienen veinte años.
Ser joven no es ninguna virtud y ser viejo ningún delito. Simplemente el tiempo pasa y la gente evoluciona o involuciona. Eso es una responsabilidad directa de las personas, no es una imposición de los años. Sarah Bianchi, mi entrañable amiga, llevaba adelante su museo de títeres y dirigía las visitas guiadas de las escuelas con casi noventa y además lo hacía muy bien.
Seremos mejores cuando podamos convivir en paz e intercambiar experiencias entre jóvenes y viejos para enriquecernos. Somos un poquito peores cuando tratamos de dañar al otro, culpándolo por haber nacido antes.