Los trabajadores estatales nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizarán hoy un nuevo paro de actividades en reclamo de una recomposición salarial para el sector.
Se trata de la segunda medida de fuerza de las cuatro anunciadas semanas atrás. El titular del sindicato, Miguel Pelandino, lamentó la falta de respuestas y consideró que el Gobierno «no prioriza el salario de los trabajadores». Se trata de la segunda medida de las cuatro que dispuso el plenario de secretarios generales de la entidad el 23 de septiembre pasado. «Hasta el momento no ha habido ningún tipo de respuesta por parte del Gobierno, por lo que este viernes habrá un nuevo paro», señaló Pelandino, quien aclaró que la medida de fuerza no incluirá cortes de accesos a ciudades. En tanto, adelantó que el próximo jueves habrá un nuevo plenario en el que se hará una evaluación del paro y se le dará forma a la medida de fuerza prevista para el 24 de este mes, a la que sí seguramente se le sumarán posibles cortes.
Luego recordó que en noviembre habrá una nueva medida de fuerza, pero en el marco de la CTA. Pelandino dijo que tampoco hubo respuesta a la nota presentada días atrás al gobernador Sergio Urribarri para que otorgue «una suma de emergencia» de 1.500 pesos a cuenta de la futura negociación salarial. «No hay respuesta de ningún tipo. El ministro de Economía Diego Valiero dijo el otro día que no habrá aumento y este jueves lo ratificó el vicegobernador José Cáceres», lamentó. En este marco, el dirigente hizo hincapié en «las contradicciones» del Gobierno que, por un lado, «exceptúa del pago de impuestos al sector industrial y, por el otro, emite letras y refinancia la deuda con la Nación, a la vez que no otorga aumento a los trabajadores». «Hay contradicciones porque el Gobierno decide dejar de percibir recursos y, a la vez emite señales de que los necesita», remarcó. Por último, el titular de ATE dijo: «En las reuniones de la Comisión de Seguimiento del Salario el Gobierno asegura que no hay plata, pero esto sucede porque se están cubriendo deudas y beneficiando a otros sectores, en lugar de priorizar el salario de los trabajadores».