A los 33 años, Julieta Prandi desborda sensualidad en ropa interior, aunque asegura que no extraña a la “bomba sexy”.
A los 33 años, Julieta Prandi desborda sensualidad en ropa interior, aunque asegura que no extraña a la “bomba sexy”.
En diálogo con Semanario, la modelo que dio vida a “la Nena” de Guillermo Francella admite estar más recatada y segura de sí misma y de cada paso que da en su carrera. “Ya no desfilaría en ropa interior, me sentiría desubicada, tanto como hacer presencias en los boliches. Esa Prandi ya fue”, dice la conductora de “Gracias por Venir, Gracias por Estar” (Telefe), que luce más caliente que nunca en las gráficas de Peter Pan.
En un momento laboral inmejorable, Prandi puede armonizar su trabajo con la vida familiar, y otros placeres. “Para poder disfrutar de mi trabajo es importante organizarle la rutina a Mateo (su hijo de 5 años, fruto de su relación con el empresario Claudio Contardi), eso me da seguridad y confianza. Trato de terminar temprano para llevarlo a jugar, y además, soy la encargada de cocinar aunque el gastronómico de la familia sea mi marido”, comenta.
“Me hallo en la conducción, leo muchas biografías, me mantengo al tanto y pongo todo de mí. Creo que por eso la gente me reconoce. Entrevisté a gente como Ricardo Darín, Estela de Carlotto, Norma Aleandro; personas que quizás de otra forma no hubiera conocido. La experiencia de la conducción me hizo crecer y me dio seguridad a la hora de modelar”, confiesa la compañera de Gerardo Rozín.
Jura que no es víctima de la moda y que jamás se imaginó como modelo. “Desde los 12 años escribo poesía y soñaba ser escritora“, dice la rubia que en el día a día opta por “jeans, camisas y borcegos“.
“La moda está buena si la adaptás a tu cuerpo y a tus comodidades. Sé las reglas del juego, si tengo un evento me visto acorde. Pero si no, uso lo que me gusta”, afirma Julieta Prandi.
Fanática declarada de las series “House of Cards” y “Vampire Diaries” (una de sus “pasiones bizarras”), y de los libros “50 sombras de Grey”, Julieta toma clases de inglés y hace gimanasia localizada. “Ya no tengo tres horas para ir a un gym, viene un personal trainer a casa dos veces por semana”, confiesa la rubia, que muere por las harinas.
“Como harina, especialmente en facturas, que no me las van a sacar ni con una orden judicial. Eso sí, al otro día de darme una panzada me vas a ver con milanesa de soja y ensalada. Hoy adelgazar un kilo me cuesta muchísimo. Y sé que si me como una medialuna, la voy a tener que bajar con tiempo y esfuerzo”, dice quien, además, tiene un restó con su marido en Pinamar.
Enamorada de su primer hijo, Prandi confiesa que junto a su marido tienen intención de agrandar la familia. “Tenemos muchas ganas de darle un hermanito a Mateo, ya tiene 5 años y no deseo que se lleven tanta diferencia de edad. Siento que llegué al límite: quiero ser mamá otra vez, ¡ya!“, cierra.
Fotos: Gentileza Peter Pan