Desde el mediodía comenzaron a congregarse en la explanada del Teatro Solís personas vinculadas a la actividad artística, funcionarios del teatro, integrantes de todas las generaciones de actores de la Comedia Nacional uruguaya, compañía estable que China Zorrilla integró en sus inicios, y del teatro independiente, donde también desarrolló gran par
Desde el mediodía comenzaron a congregarse en la explanada del Teatro Solís personas vinculadas a la actividad artística, funcionarios del teatro, integrantes de todas las generaciones de actores de la Comedia Nacional uruguaya, compañía estable que China Zorrilla integró en sus inicios, y del teatro independiente, donde también desarrolló gran parte de su actividad en la ciudad donde nació, se formó y quedó siempre vinculada por su afecto.
Estela Medina, primera actriz de la Comedia Nacional, durante cinco décadas recordó que hacía un bolo cuando China protagonizaba la versión de Romeo y Julieta, y todos sus colegas matizaban la espera con alguna anécdota divertida que caracterizaba la personalidad de esta singular figura.
Luego fueron llegando los altos funcionarios del gobierno departamental. La intendenta de Montevideo, Ana Olivera; el director de Cultura, Héctor Guido; la directora del Teatro Solís, Daniela Bouret; y sus predecesores Cacho Bagnasco y Gerardo Grieco. Una lista interminable.
Alrededor de la una, por la calle Buenos Aires, donde está situada la entrada principal del Solís, se vio el auto cubierto de flores que la transportaba. Un aplauso cerrado de la multitud que la esperaba y de la que se acercó desde la calle y los balcones de edificios vecinos, se mantuvo durante los pocos minutos que duró su paso. Fue la despedida final de esta artista que trascendió los límites de su profesión.
*Asesor artístico del Teatro Solís de Montevideo, Uruguay.