Por A. Fabbri | Racing, en picada, se medirá ante Boca. Más allá de las quejas, sonaría a disparate que Cocca se vaya.
Alejandro Fabbri
Pocas veces los hinchas de Racing se habían ilusionado tanto como con la nueva dirigencia, el nuevo entrenador y las incorporaciones, incluyendo el rutilante regreso de Diego Milito.
Pocas veces la multitud que acompaña cuadro albiceleste concurrió más tranquila a su propio estadio como cuando el rival era San Lorenzo, que llegaba agrandado y con razón, dada su reciente historia copera.
El primer mazazo a la ilusión fue la caída por 4-0 ante Tigre, un resultado exagerado que no condijo con lo que sucedió en el campo de juego. La victoria exigua y con un penal muy discutido por todo el mundo ante Arsenal, le permitió al equipo de Diego Cocca mantener el romance con la multitud. Cuatro fechas, tres victorias y una única caída. Dura, tipo cachetazo, pero única.
Hasta que llegaron las dos derrotas. La primera en el clásico ante Independiente, que en tres minutos dio vuelta el resultado y no hizo mucho más para ganarlo. Con un arbitraje que perjudicó a la Academia en varias sanciones puntuales. Las cargadas de Moyano y compañía, la desafortunada declaración previa del propio Cocca, alimentaron la bronca y la amarga queja de los hinchas.
Más pálidas se acumularon: se desgarró Milito y quedó claro que no había un relevo a su altura. Bou se ligó los gritos intestempestivos, como todo el resto y el flojísimo arbitraje de Merlos -que no cobró dos claros penales para Racing- convirtieron el triunfo madrugador (gol de Centurión al minuto 1) en una caída increíble ante el irregular Lanús de los mellizos Barros Schelotto.
Suspendido Merlos y nuevamente parado Rapallini por la AFA, queda claro que en la entidad máxima del fútbol tomaron nota de los malos rendimientos arbitrales. De todas formas, los puntos, a Racing, no se los devolverán. Como ocurrió siempre. Entonces, la gente descarga furias en las redes sociales, en las calles de Avellaneda o colgando carteles en cada partido.
Que Saja nos cansó, que Cocca andate ya, que dirigentes no tienen peso en AFA, que jugadores mercenarios, siempre hay más de un responsable de las derrotas inesperadas.
Hoy está en juego la continuidad de Cocca. Increíblemente. Racing tiene nueve puntos, ganó tres partidos y perdió los otros tres. En la Bombonera jugará sin tres de sus referentes: Hauche y Milito lesionados, Centurión suspendido. Parece mucho para un Boca que viene subiendo en rendimiento y actitud.
Suena a disparate pensar en el alejamiento de Cocca si Racing pierde en la Boca. Siete fechas, un entrenador nuevo y catorce jugadores recién llegados. La locura no debería ser tanta, más allá de quejas con dosis razonables de certeza. Todavia están a tiempo de remontar la cuesta. Hay que parar la pelota y pensar con un poco más de tranquilidad. Ni más ni menos que eso.