Lorenzo Jutiniano, obispo (1381 1455)
Nació en Venecia el 1 de julio de 1381 en el seno de una familia ilustre.Su madre, Querina Querini, se quedó viuda muy joven; pero eso no es obstáculo para que administre su casa y se ocupe de que en su familia se vivan unos usos y costumbres de piedad doméstica tan habituales como son las góndolas en la calle. Renunció Lorenzo a los planes casamenteros bienintencionados de su madre y al lujo y fastuosidad reinante en su entorno de abolengo. Lo vemos como eremita en la isla de San Giorgio a los veintiún años.
Allí hace causa común con un grupo de clérigos que rezan, hacen penitencia, estudian y buscan denodadamente a Dios en ese siglo. Y pone en marcha la Congregación de Canónigos seculares de San Jorge. Ordenado sacerdote a los veintiséis años, recuerda con su actitud la figura de las Órdenes mendicantes de otro tiempo: recorre pobremente los canales recogiendo limosnas, repartiendo amor de Dios y dando buen ejemplo. Va malvestido de esparto, con una cruz a la espalda y predicando que los pobres son los predilectos.
Elegido Prior de San Agustín, sigue la oración, la penitencia y la escritura de sus obras espirituales. Ya obispo de Castello, convoca un sínodo, publica y hace cumplir sus conclusiones adelantándose a la Reforma que más tarde un fraile pediría… y no en silencio. Reza, se mortifica, dicta normas y predica contra los vicios de los grandes y del pueblo. Todo un ejemplo de buen gobierno, aunque no siempre reciba los aplausos de los poderosos, sino más bien sus críticas y desprecios. El Papa Nicolás V lo nombra Patriarca de Venecia. Fue el primero y antecesor de otros de nuestro siglo que llegaran a ocupar, en el transcurso de la historia, la Cátedra de Pedro: San Pío X y Juan XXIII.