La legendaria humorista y conductora pasó a un área de recuperación, aunque todavía no está fuera de peligro.
Joan Rivers dejó la terapia intensiva con asistencia respiratoria, situación en la que estuvo internada hasta ayer, y pasó a un área de recuperación en el Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York.
Si bien esto no significa que la vida de la conductora de “Fashion Police” por E! está fuera de peligro, los médicos esperan que la legendaria comediante de 81 años se recupere favorablemente tras haber sufrido un infarto mientras le realizaban una cirugía en sus cuerdas vocales.
Melissa Rivers, su hija, anunció a través de la cuenta de Instagram de su madre que la presentadora pasó de terapia intensiva a una habitación privada, donde se encuentra cómoda, y agradeció el continuo apoyo del público.
La comedianta y presentadora de televisión tiene medio siglo de trayectoria en el mundo del espectáculo y popularizó comentarios sumamente ácidos sobre las celebridades en las alfombras rojas y redes sociales.
Fue una de las primeras en apoyar abiertamente la cirugía plástica y alteró drásticamente su apariencia a lo largo de los años, lo que le dio mucha tela de dónde cortar para sus chistes: “Me he hecho tantas cirugías plásticas que cuando muera donarán mi cuerpo a Tupperware”.
Es la anfitriona de “Fashion Police” en la cadena E! y está a cargo junto a su hija Melissa del reality show de WEtv “Joan & Melissa: Joan Knows Best?”. También encabeza el programa de tertulia “In Bed With Joan” por internet.
Su más reciente libro, “Diary of a Mad Diva”, salió este verano en Estados Unidos.
Originaria de Nueva York, Rivers empezó con el sueño de una carrera teatral, pero la comedia se convirtió en su vía para pagar las cuentas mientras hacía audiciones para papeles como actriz.
“Alguien dijo, ‘Puedes ganar seis dólares (por hora) haciendo monólogos en un club’“, dijo a The Associated Press en el 2013. “Y yo dije, ‘¡Ahí voy!’. Era mejor que mecanografiar todo el día“.