La cámara empresaria avícola afirmó que «se cerraron muchas operaciones». Los funcionarios siguen negociando nuevas ventas. Los afanes de los funcionarios y empresarios argentinos con vistas a incrementar las ventas de productos alimenticios locales a Rusia, que bloqueó la importación desde Estados Unidos y la Unión Europea, comenzó a tener resultados.
Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), aseguró el fin de semana que «ya se cerraron muchas operaciones a partir del 7 de agosto y la llegada de los primeros embarques es una cuestión de días». Esa es la fecha en la que entró en vigencia la prohibición en respuesta las sanciones impuestas a Moscú por EE UU y la UE tras el inicio del conflicto ucraniano.
Domenech indicó que «junto con Brasil, la Argentina puede satisfacer una demanda muy importante que se abre del mercado ruso, aunque esperamos que rápidamente se pueda poner a tono con los valores internacionales de estos productos». El incremento de los volúmenes exportados a Rusia, junto con mejores precios, redundaría en una mejora de la balanza comercial sectorial. La referencia de Domenech a los precios apunta a que Rusia actualmente importa productos aviares de bajo valor agregado y escasa mano de obra, como cortes del cuarto trasero, alas, menudencias y partes de la pechuga. Funcionarios argentinos negocian con Rusia la posibilidad de ingresar pollos enteros, algo que en la actualidad el país europeo no permite.
El incremento de los volúmenes exportados a Rusia, junto con mejores precios, redundaría en una mejora de la balanza comercial sectorial, indicaron en CEPA. Según la entidad, el sector prevé una leve caída de las exportaciones en cuanto a los volúmenes. Pero ello sería compensado por el incremento de los precios internacionales para los productos aviares, tendencia que se mantiene desde el año pasado de la mano de la suba de los commodities agrícolas (base de la alimentación de los pollos). En 2013, las ventas externas sumaron U$S 643 millones y se prevé para este año una suba de casi el 9%, hasta U$S 700 millones. En ese sentido, la previsión de 350 mil toneladas exportadas podría llegar a 370 mil toneladas a partir de la mayor apertura que se está registrando en el mercado de la Federación Rusa.