Mañana se entregan los galardones mayores de la televisión mundial. El duelo entre Breaking Bad, True Detective, House of Cards y Game of Thrones acapara todas las miradas. Bryan Cranston se enfrenta a Matthew McConaughey. Peter Dinklage y Julia Louis-Dreyfus, favoritos en sus rubros.
Cada día más, los Emmy, que se verán el lunes 25 a las 21 por Warner Channel, se paran –todavía con un banquito– al lado de los Oscar. Pero seamos sinceros: si Peter Dinklage, el Tyrion Lannister de Game of Thrones, gana un premio, o eventualmente lo hace su competidor Bryan Cranston, siempre postergado, por Breaking Bad, ¿no les generaría más alegría que toda la última emisión de los Oscar entera?
Así ha calado la TV en las costumbres: mientras que el cine se presenta gigante, tenso, elefante, la edad dorada de la TV genera más ansiedad y más conexión –Warner pasará anticipos de Gotham, The Flash, Forever, Selfie: ¿eso no formula una energía nueva en torno a las expectativas que había de la TV?–. La edición 66 de los Emmy será conducida por Seth Meyers y las series con más nominaciones son Game of Thrones (19), Fargo (18), American Horror Story: Coven (17) y la querida Breaking Bad (16). Pero ahí anda True Detective, la niña mimada de la crítica, generando la gran pelea de la noche, donde Billy Cristal le rendirá homenaje a Robin Williams. ¿Quién se lleva el premio a Mejor Actor Protagónico en Drama? ¿Bryan “Walter White” Cranston o Matthew “Rust” McConaughey? O Game of Thrones intentando robarse el premio a Mejor Drama. O Julie Louis-Dreyfuss intentando no dejar de ser la reina de la comedia norteamericana. O Orange is the New Black, serie de Netflix, usurpando espacios de serie de TV, y con todo el derecho. Es hora de que todas esas miradas de series durante tardes y tardes sean celebradas. Y ojalá gane Tyrion.