Se trata de Lucas Caballero, con quien la víctima había tenido una pelea por una campera. Este enfrentamiento derivó, tiempo después, en una nueva disputa entre Scheiver y Villarrubia, la cual terminó en tragedia.
En la mañana de ayer se llevó a cabo la tercer jornada por el juicio contra Matías Villarrubia, acusado del crimen de Ezequiel Scheiver. Durante la misma se dieron las declaraciones de diferentes amigos de la víctima, y del joven con el cual el joven asesinado habría mantenido una disputa tiempo antes, lo que sería el origen del trágico final, a lo que se sumaba el informe del psicólogo Eduardo Gándola. Si la situación de Villarrubia, tras la segunda jornada del debate, se estaba aparentemente complicando y las teorías o estrategias defensivas sufrían importantes reveces, lo sucedido este viernes fue más importante aún.
Los testigos presentados por la Fiscalía, rodos conocidos de Ezequiel Scheiver, corroboraron que el joven asesinado era un excelente amigo, trabajador y siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitaba. Todos coincidieron en contar que aproximadamente en setiembre de 2013, Ezequiel tuvo un incidente en la avenida Paysandú, cuando le reclamó a Lucas Caballero que le devolviera una campera o buzo que le había prestado. Según los testimonios, Caballero agredió junto a unos amigos, entre los que aparentemente se encontraba Villarrubia, a Scheiver quien iba en moto junto a un amigo. Esto coincidió con otros testimonios y dejaron el precedente que lamentablemente terminara el 8 de marzo, cuando Villarrubia lo atacó con el cuchillo y le dio muerte.
Testigo detenido
La jornada tuvo diferentes puntos llamativos, como ser los nuevos enfrentamientos entre la Defensa y la Fiscalía, que obligaron como en oportunidades anteriores, a la intervención del presidente del Tribunal, pero el momento más importante fue cuando llegó el turno de declarar del joven Lucas Caballero, joven que tuvo alguna relación amistosa con la víctima, la cual se terminó cuando este se quedó con un bozo que Ezequiel Scheiver le había prestado. Durante su declaración, Caballero negó lo del buzo y sobre todo lo del incidente en la zona portuaria, incluso negando que Villarrubia conociera a la víctima. Esto generó la reacción del fiscal, quien acusó al testigo de falso testimonio, ya que son numerosas las declaraciones que revelan ese incidente y el origen del conflicto entre los jóvenes, por lo que pidió el inmediato arresto y notificación a la Fiscalía de turno, para iniciar una causa penal por un delito en flagrancia, informó 03442. Pese a la oposición de los defensores, doctores Julio Moretti y Sergio Roh, el doctor Gustavo Pimentel ordenó la detención por lo que Caballero fue esposado en plana Sala de Audiencias y alojado a disposición del fiscal de turno, destacándose que le puede caber una pena de 4 años de prisión por mentir en un juicio a favor del imputado.
El testigo fue increpado por el fiscal, quien le advirtió sobre las consecuencias de mentir bajo juramento, demostrándole que existen firmes pruebas u declaraciones de cómo comenzó el problema que terminó con el crimen, no solo en las declaraciones de los testigos, sino en la de los policía que participaron de la investigación y que llegaron a Villarrubia al conocerse su vinculación con Caballero, pero lo más llamativo es que el propio Villarrubia lo admitió en su declaración espontánea en la apertura del juicio, declaración que fue abruptamente suspendida por disposición del doctor Moretti y la que a criterio de otros profesionales, nunca tendría que haber realizado. Ahora solo resta declarar una testigo ofrecida por la Defensa de Villarrubia, la cual no fue localizada, por lo que se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes. Si esta persona se presenta a declarar, tras su testimonial se dará paso a los esperados alegatos de las partes, en los que seguramente habrá nuevamente entrecruzamientos de las partes o cuestionamientos por parte de la Defensa.