Hoy, viernes de la vigésima tercera semana durante el año, se lee una carta de San Pablo (1 Timoteo 1,12.12-14) en la que el apóstol dice: «Dios derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor cristiano»; y el evangelio de San Lucas (6,3742) en el pasaje donde Jesús dice: «¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?».
San Juan Crisóstomo, obispo y doctor Llamado Crisóstomo por su gran elocuencia, Juan nació en Antioquía de Siria el año 347. Allí predicó la mayoría de sus homilías, tan llenas de doctrina que le dieron renombre universal. En 398 fue elegido obispo de Constantinopla, donde veló por los derechos de la moral y de la Iglesia, malquistándose con la emperatriz Eudoxia, que lo hizo desterrar al Ponto Euxino, donde murió el 14 de septiembre del año 407. En 1568 Pío V lo declaró doctor de la Iglesia. Es uno de los cuatro doctores orientales.
San Pío X lo declaró patrono de los predicadores. Nuestra Señora del Milagro de Salta El 13 de septiembre de 1692 Salta fue sacudida por un terremoto. En esa ocasión, la imagen de la «Pura y Limpia Concepción», venerada en el altar mayor de la iglesia matriz, se halló caída, al pie del altar, sin rotura alguna, y en una actitud que fue interpretada como un milagro de la Virgen en favor de la ciudad.
Entonces el pueblo decidió sacar en procesión a la imagen de la Virgen acompañada de la del Santo Cristo que se veneraba en la misma iglesia. De inmediato cesaron los temblores y la ciudad volvió a vivir, por lo que el Cabildo resolvió jurar por patrona a la Virgen del Milagro y recordar anualmente su día. La fiesta congrega a una enorme multitud, llegada de toda la provincia.