El Pincha jugó en casa ante un confiado Independiente. El encuentro fue sumamente parejo, aunque el local impuso sus condiciones y se llevó el juego de manera merecida. Por el lado de Independiente, hay cosas por mejorar.
Estudiantes se quedó con el partido que finalizó la jornada del sábado ante Independiente, que todavía se está acomodando nuevamente a la máxima categoría del fútbol argentino. La diferencia fue la mínima y en un partido muy parejo, el local sacó una pequeña luz de ventaja para sumar de a tres y comenzar a acomodar algunas piezas.
En un momento disputado del juego, apareció una genialidad para marcar la diferencia en el partido. A los 38 minutos del primer tiempo, Ernesto Goñi conectó un tiro libre magnífico, de esos que quedan en la memoria de los hinchas. Con ese solitario tanto, los planteles partieron al descanso. Por el lado del Pincha, la confianza aumentó, mientras que el Rojo sabía que debía mejorar en el complemento para tener chances.
Ya en el segundo tiempo, no abundaron las situaciones de peligro y el local se comenzó a sentir cómodo con la diferencia conseguida. En tanto Independiente no encontró los espacios necesarios para poder marcar y de esa manera llegar a la igualdad en el partido. Todo fue muy disputado, aunque el mayor aplomo lo mostró el conjunto de Mauricio Pellegrino, quien se retiró expulsado en el primer tiempo.
Estudiantes mostró una mejoría importante, mientras que el Rojo deberá trabajar fuerte para seguir entre los principales animadores del campeonato. En un comienzo tremendo, la paridad vuelve a ponerse de manifiesto en el fútbol nuestro de cada día.