El doctor Fernando Martínez Uncal, consideró que el día del crimen Favre actuó premeditadamente y sobre seguro, disparándole a Gagietta en las piernas y luego volvió a hacerlo cuando ya se encontraba indefenso en el piso, lo que calificó como un accionar netamente homicida.
En la mañana de ayer se desarrolló, la última jornada por el juicio contra Carlos Gustavo «Soso» Favre, en la que declaró la última testigo citada por la Defensa y se escucharon los alegatos, en los que la Fiscalía pidió una pena de 13 años de prisión.
Apoyo espiritual antes de matar La testigo Silvia Jacquet, persona a quien Favre recurría en busca de apoyo espiritual por sus problemas con Gagietta, declaró que Favre concurría libremente a hablar con ella cualquier día de la semana y a cualquier hora, siempre que tenía problemas con la víctima. Jacquet dijo que cada vez que el acusado iba a verla lo notaba desesperado, por lo que lo hablaba para calmarlo y le señalaba que la familia era lo más importante, por lo que no tenía que reaccionar y tener fe de que todo se iba a solucionar. Respecto al día del crimen, la testigo contó que Favre la fue a ver cerca del mediodía, pero que lo notó como perdido y que se dio cuenta que no la escuchaba ante sus consejos. Luego, ya en horas de la tarde el imputado regresó a lo de su consejera y llorando le dijo que todo había terminado.
Los alegatos El doctor Fernando Martínez Uncal, fue quien hizo uso de la palabra en la apertura de los alegatos señalando entre otras cosas, que Favre actuó ese día premeditadamente y sobre seguro, usando un arma de grueso calibre, atacando a Gagietta al que disparó en las piernas e hizo caer, para luego volver a disparar sobre su humanidad, cuando ya se encontraba indefenso en el piso, provocándole gravísimas heridas en sus piernas que afectaron huesos, paquete vascular y músculos, consideró que el accionar del imputado fue netamente homicida.
El fiscal recordó que esa mañana, Favre utilizó dos cuchillos para perseguir a Gagietta y por la tarde se armó con la escopeta y atacó al joven, disparándole en primer momento desde unos 30 metros de su casa, efectuando tres disparos a muy corta distancia cuando Gagietta ya estaba herido, boca abajo, en el piso. También destacó que el imputado escapó, siendo observado por testigos, tras lo cual se entregó, pero que el arma no apareció, consignó 03442.