Directivos de Granja Tres Arroyos dijeron ayer a La Prensa Federal que “la convocatoria directa realizada a los trabajadores fue un éxito” y que “casi todos se acercaron a firmarla”, incluso los delegados gremiales y operarios que estaban con diferentes tipos de licencia.
La presencia de trabajadores en el acceso a planta La China, en el barrio Mataderos, fue incesante ayer durante toda la mañana. Apenas pasado el mediodía, fuentes de la empresa confirmaron que 1050 empleados de la firma habían prestado ya su conformidad al acuerdo propuesto, de abonar 50 horas en concepto de premio, iniciando el pago el 29 de diciembre y completándolo el 13 de enero.
Paradójicamente, los primeros en ingresar a las oficinas fueron los delegados gremiales que, hasta horas antes, mantenían un plan de lucha que derivó en la decisión del directorio de Granja Tres Arroyos de cerrar la faena. Pero la cosa no terminó ahí. Hasta lo hicieron algunos operarios que se encontraban de licencia por enfermedad, con lo cual la estrategia de la firma avícola, centrada en el establecimiento de un lazo de negociación directo, terminó dando resultado.
Pero no sólo la dirigencia del Sindicato de Alimentación quedó offside, algo parecido ocurrió con el Ministerio de Trabajo, donde la homologación del convenio firmado ayer, todavía no se ha producido. El titular provincial del área, Oscar Balla, se subió ayer a la resolución del conflicto cuando la fuerza de la circunstancia obligó una declaración pública. Hasta donde La Prensa Federal pudo saber, fue en la reunión del Directorio realizada en la tarde del jueves, de la cual se mantuvo al tanto el Intendente, José Lauritto, donde se decidió impulsar una movida riesgosa, pero confiada en la percepción empresarial del estado de ánimo de los trabajadores, independientemente de su alineamiento sindical.