Ayer martes, la Cooperativa Agrícola de Lucienville, la más antigua de la provincia y una de las primeras de Latinoamérica, cumplió 114 años. El gerente general, Omar Schaaf, advirtió sobre el futuro incierto en el que se encuentra el sector agropecuario por las políticas del gobierno.
El 12 de agosto de 1900, un grupo de 15 colonos de la aldea Novibuco de la colonia Lucienville junto al maestro de la escuela y al administrador de la Jewish Colonization Asociation, fundaron la primera Sociedad Agrícola Israelita, sentando las bases del cooperativismo agrario entrerriano y argentino. La entidad se sustentaba en los principios de unión y solidaridad y respondía a la necesidad de organización de los socios, quienes aportaron un peso, reuniendo un capital de diecisiete pesos en total.
A 114 años de su fundación, la Cooperativa Agrícola de Lucienville, apuesta a «la unión ante las políticas del gobierno», dijo Schaaf, quien explicó que la situación de los pequeños y medianos productores es complicada, y el futuro de la cooperativa es «incierto», por lo que se detuvieron las inversiones y se está expectante de lo que pueda ocurrir de aquí en adelante. En ese sentido, explicó «la escala de siembra es cada vez es más amplia, lo que hace que tiendan a desaparecer los pequeños y medianos productores y queden sólo los grandes, por lo que el futuro de la cooperativa es incierto». En ese marco, el presidente de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco), Edelmiro Oertlin, felicitó a la entidad de Basavilbaso por este nuevo aniversario, «ya que es una de las cooperativas agropecuarias más antiguas del país».