“Boudou es el K más popular a imitar”

“Boudou es el K más popular a imitar” El cómico de La 100 y del programa de Nelson Castro en TN dice que puede caracterizar a veinte políticos y jura que la gente hace catarsis con las parodias a los funcionarios para que la realidad no le duela tanto. Su “no” a ShowMatch. “Boudou es el K más popular a imitar”

La primera imitación que realizó Ariel Tarico fue en el Colegio Beleno de Santa Fe. Con apenas 10 años, picaba una pelota de goma con los cachetes inflados y sus compañeros y docentes explotaban a carcajadas al verlo caracterizado de Kiko. Se pasaba las tardes mirando scketches de Tato Bores, Minguito, Juan Carlos Mesa y Gianni Lunadei (“era mi preferido, siempre quise ser como él”, afirma), y tomaba clases en talleres de actuación. “Mi objetivo fue hacer actuación cómica hasta que, después, mi carrera se fue para el lado de la imitación”, responde Tarico con una lista de más de sesenta personajes del espectáculo, la política y los deportes, entre otros.    

El talento lo expulsó de la capital santafesina y recaló en Radio Rivadavia, con Héctor Larrea, pero su gran salto fue cuando, en 2004, ingresó en Radio Mitre.  Hoy le da la cuota de positividad al programa No está todo dicho (6 a 9) mientras recorre el país con su espectáculo Tarico – El multipersonal 2014 , con el que lleva ochenta funciones en 2014, y que se presentará el 28 y 29 de agosto en el ND Ateneo.  

—¿Cuántos políticos podés imitar?
—En total, unos veinte: Scioli, Macri, Massa, Moyano, Capitanich, Néstor, Aldo Rico, D’Elía…

—¿Cómo es el proceso de caracterización?
—Al principio, estudio el registro de voz, la cadencia al hablar, las frases que repite, y veo videos en YouTube. Después viene lo difícil, que es imitar el pensamiento, es un trabajo psicológico, de mucha práctica. Luego me junto con el guionista, Gabriel Acosta, de La 100, y le damos forma.   

—¿Por qué al público le gusta ver que los políticos sean parodiados?
—Siempre fue un atractivo. Quizá tiene que ver con una tradición de hace mucho tiempo, de la época de la revista El Mosquito, Caras y Caretas, y en TV con Sapag. La gente lo ve como una catarsis, y lo necesita para procesar mucho mejor la situación social y económica. Para eso sirve el humor, para que la realidad no duela tanto.     

—¿Es más complicado hacer un personaje K que anti K?
—No. Tengo público de todo tipo e ideología, y se lo toman con humor. A Néstor lo hice entre 2011 y 2013, y fue uno de los sketches más aplaudidos. Los opositores me decían: “Qué loco, me lo hacés quedar más simpático”, y los fanáticos decían: “Era como verlo en vida, que no se había muerto”. Tuve muy pocas opiniones negativas.

—¿Cuál es el político K más popular para imitar hoy?
—Y… Boudou, primero, y después Capitanich. La gente me los pide mucho.  

—¿Y el anti K más popular?
—Me piden mucho a Nelson Castro, con quien hago la parodia en dupla en TN. A Nelson le gusta que lo imite y nunca sabe previamente lo que digo al aire. Es muy buen partenaire. También piden mucho a Lanata.

—¿Por qué no estás con Lanata en “PPT”?
—Trabajé con Lanata en Canal 26, pero después pasó los fines de semana a El Trece y los fines de semana no los entrego porque hago funciones. La tele no es mi prioridad, ni me muero por estar en la tele.

—¿Te convocaron de “ShowMatch”?
—Sí, pero no estoy a la altura de un programa tan groso. Me hacía ruido, no me veo, es difícil entrar en el código, no es el mismo ShowMatch de antes. Se salió del formato humorístico tradicional. No me veo ahí.

 

Antieventos privados

Tarico tiene 30 años, está casado y es padre de una hija (2). Los domingos hincha por su querido Colón de Santa Fe. Si bien Tarico imita en “real time” a Nelson Castro en TN, es cierto que muy pocas veces apareció en TV abierta.

—¿Te gusta el humor de “Periodismo para todos”?
—Sí, son muy buenos Bilik, Mareke, Fátima Florez, Malena Guinzburg. Me gusta cuando hacen un sketch juntos. A los cómicos de esta época nos faltó eso, interactuar entre nosotros, porque convivimos mucho con periodistas. Todos laburamos como tenistas: solos.  

—Recorrés el país y trabajás en La 100, del Grupo Clarín, ¿qué pensás de la pelea Gobierno-Clarín?
—Es parte de las nuevas luchas de poder de este siglo. Es una guerra que les vino bien a ambos. Clarín tuvo un sacudón interno, incorporó periodistas que no se pensaba que podían laburar ahí, y al Gobierno le sirve para decir que están enfrentando a un enemigo poderoso, y con eso justifica los errores.  

—¿Fuiste contratado alguna vez por el Estado?
—No. Me llaman de muchas empresas pero yo no hago eventos privados. Entrar en una fiesta es invasivo, no logro pegar onda. Lo hice y fracasé. No me cierra. No estoy cómodo.