Pidieron libros contables y documentación. A un mes del Mundial, el básquet vive una fuerte crisis.
El tormentoso presente que vive el básquet a nivel institucional y económico sumó un nuevo capítulo luego de que esta mañana la Inspección General de Justicia (IGJ) solicitara información la sede de la Confederación Argentina (CABB), situada en la calle Montevideo 496 del microcentro porteño.
La Justicia tomó cartas en el asunto luego de las denuncias públicas que hicieron los referentes de la Generación Dorada (en especial Luis Scola) acerca de las irregularidades financieras y administrativas que derivaron en la renuncia del presidente Germán Vaccaro.
Según pudo averiguar 442, la inspección se realizó de manera “cordial” y pidieron libros contables y documentación.
Extraoficialmente, se habla de un pasivo que alcanzaría los 25 millones de pesos, sumado a otros 5 millones adeudados a los jugadores de la selección.
Tras la renuncia de Vaccaro y la posterior designación de Daniel Zanni como presidente, los jugadores amenazaron con no jugar el Mundial de España -30 de agosto al 14 de septiembre- de no haber “cambios profundos”. Incluso se llegó a mencionar la posibilidad de una intervención estatal.
Esta tarde, el presidente en ejercicio Daniel Zanni confirmó que seguirá con su mandato, pese a que los jugadores pidieron que no continúe.