A inicios de esta semana la Dirección de Acción Social de la UTN (DASUTeN) llevó a cabo un concurso para cubrir dos cargos. El llamado despertó inquietudes, sobre todo, cuando se enteraron que las dos seleccionadas eran familiares de directivos de la casa.
El llamado, que no apareció en los medios de comunicación, fue duramente cuestionado apenas finalizado el examen, que involucró casi a un centenar de postulantes. Pasadas las 16 los miembros del jurado examinador informaron los nombres de los dos mejores resultados, uno de ellos con 100 por ciento de respuestas correctas y otro con 95.
Lo que en primer momento fue sorpresa fue mutando a indignación cuando se conocieron los nombres: eran dos familiares directos de dos cuadros de conducción de la Universidad, cosa que no tiene cuestionamiento jurídico, pero que dejó muy mal parado al Decano, Néstor García, en orden a la ética de su gestión política.
La Prensa Federal logró hablar con su secretaria, Belén Soto, para esclarecer el tema, que había llegado a la redacción desde varias fuentes. “El Decano no estará en la ciudad”, respondió Soto, quien además señaló que “los resultados oficiales se conocerían al día siguiente”.
Aclaración oficial
Para sorpresa de todos, el Decano García envió por email una carta dirigida a la “Estimada comunidad universitaria”, destinada a responder a “los trascendidos relacionados al último concurso abierto para ocupar dos cargos dentro de la Dirección de Acción Social de la UTN (DASUTeN)”.
“El día lunes 14 de Noviembre de 2016, se realizó el Concurso de Oposición para ocupar los cargos mencionados, cuyo jurado se integró con personal del Rectorado de la Universidad Tecnológica Nacional. Cuando se dio a conocer el orden de mérito, los dos primeros lugares corresponden a personas con vínculos familiares a funcionarios de la actual gestión”.
“Desde los inicios de mi gestión, se ha intentado mantener una línea de transparencia y participación institucional de la cual soy un precursor, por lo que elegí el Concurso de Oposición como instrumento de evaluación para el mismo. Como en el día a día pregono ante mi equipo de gestión mantener esta postura ética, he recibido de parte de los dos funcionarios involucrados por lazos familiares a las acreedoras del cargo, el comunicado de la voluntad de renuncia al orden de mérito que resultó del Concurso”.
“En el marco de lo expresado anteriormente, quiero agradecer la voluntad de renuncia a las acreedoras legítimas de los cargos, por tener la seguridad plena de que son merecedoras del mismo y a los funcionarios involucrados por su actitud, la cual está en concordancia con los valores de mi gestión”.
La autocrítica
“Conocía la voluntad de postulación de las acreedoras al cargo previo al período de inscripción al Concurso. Legalmente estaban habilitadas para inscribirse, eso está claro. En la seguridad de haber realizado todo de manera transparente, con un jurado externo y en un todo de acuerdo con el Convenio Colectivo de Trabajo, no evalué que estuviera mal su postulación y no hice un correcto análisis de las consecuencias”.
“Otras personas con lazos familiares directos con integrantes de mi equipo de gestión, también fueron postulantes del concurso y en un caso no lo supe hasta finalizado el mismo. Dos lecturas pueden hacerse de esto último: Una es que al integrante del equipo de gestión no le pareció que estuviera mal y ni siquiera sintió la necesidad de avisarme. La otra es que mi equipo confía en la trasparencia de esta gestión”.
“Por lo sucedido he emitido la sugerencia a mi equipo de gestión de no involucrar familiares directos en este tipo de Concursos, del cual he aprendido para futuras instancias. Quiero dejar nuevamente en claro, que todo lo realizado es totalmente legal, que el objetivo fue siempre buscar la transparencia y que el proceso fue transparente al extremo”, finaliza el Decano García.