El conjunto de Sabella dilapidó tres ocasiones claras de gol que podrían haber cambiado la historia.
La selección Argentina contó con las mejores situaciones de gol durante la final, sin embargo se mostró imprecisa en las definciones y desaprovechó mano a mano inmejorables para abrir el marcador.
El primero en desperdiciar su chance fue Gonzalo Higuaín, quien tomó un cabezazo defectuoso de un volante alemán pero definió apurado con un remate cruzado que se perdió a un costado del arco de Neuer.
Messi, al comienzo del segundo tiempo, también tuvo su oportunidad para romper el cero con un tiro que se fue cerca del poste del portero alemán.
La última, en el alargue, fue para Rodrigo Palacio quien controló un centro de Marcos Rojo pero dilapidó su chance al definir errático por sobre la salida de Neuer.