Pese a los reclamos y el disgusto generalizado en Brasil por el Mundial, la pelota seguirá rodando. La FIFA la que se encargará de que su negocio no encuentre obstáculos.
Una impactante vista aérea del estadio Maracaná, en Río de Janeiro. / AFP
Pese a los reclamos y el disgusto generalizado en Brasil por el Mundial, la pelota seguirá rodando. La FIFA la que se encargará de que su negocio no encuentre obstáculos.
Una impactante vista aérea del estadio Maracaná, en Río de Janeiro. / AFP