Alejada de sus curvas de envidia y de su característico pelazo, la actriz luce una imagen que deja mucho que desear.
No es que nuestra querida Rachel se haya descuidado porque sí, pasa que Jennifer decidió cambiar su look por exigencias del guión de Cake, la película que está filmando. Con la mirada puesta en algún reconocimiento de sus dotes de interpretación, la actriz presenta hoy una imagen descuidada con algunos kilos de más y hasta con el pelo más corto y oscuro.
El año pasado la actriz fue fotografiada en un evento con un vestido ajustado y una panza que muchos confundieron con un embarazo. Pero no, la misma Jen aclaró que no estaba embarazada, sino “más gorda”.
En la película Cake, la actriz de Friends interpreta a una mujer que está pasando por un mal momento después del suicidio de una compañera de su grupo de apoyo al dolor crónico.
Pero lo que llama la atención no es tanto que haya tenido que renunciar a su súper imitada melena rubia y a su privilegiada figura, sino que esta imagen es la que la sigue acompañando por fuera del set de filmación. Se la ha visto salir con pantalones Xl y remeras enormes. ¿La conclusión? Que la actriz claramente no se siente a gusto con su imagen en el espejo y espera –desesperadamente- volver a ser la que era.