San Bonifacio, obispo y mártir Fue un monje benedictino, nacido en Devon, Inglaterra, el año 680. Se llamaba Winfredo. El papa Gregorio II le cambió el nombre y le confió la misión de evangelizar a los alemanes y a los frisones. Fundó la famosa abadía de Fulda y numerosos monasterios. Siendo obispo de Maguncia, consagró a Pipino, rey de los francos. Infundió nuevo vigor al cristianismo en las Galias y reorganizó la jerarquía eclesiástica de Francia. En una expedición misionera a la región sur de Alemania fue asesinado por los frisones de Dokkum, en el norte de Holanda, el 5 de junio del año 754.
San Bonifacio es considerado el Apóstol de Alemania, de la que fue declarado Patrono. San Doroteo, mártir Sacerdote de Tiro que durante el reinado de Diocleciano, tras sufrir toda suerte de penurias por la causa de la fe, fue desterrado. Un alivio en el rigor de la persecución le permitió regresar y luego asistir al Concilio de Nicea en 325. Pero cuando Juliano el Apóstata subió al trono se reanudó la persecución y entonces Doroteo huyó de nuevo. Sus perseguidores lo encontraron en Odissópolis, Tracia, en la actual Bulgaria, lo arrestaron y lo apalearon tan brutalmente que murió en el acto. Tenía 107 años de edad.